RECORRER LA CARRETERA ALPINA DEL GROSSGLOCKNER. Catalogada entre las más bellas del mundo, por su trazado de 48 kilómetros (con 36 cerradísimas curvas y un desnivel de 2500 metros) desfilan glaciares, laderas tapizadas de bosques, cascadas y lagos entre los valles verdes. La meta es una terraza-mirador, en la cima del pico más alto de Austria, con una panorámica espectacular sobre el glaciar Pasterze, al que se puede bajar en un funicular.