¡HOLA! Viajes

Monumentos de piedra labrados por los siglos PALENCIA/BURGOS Comarca de Las Loras

- Texto: Enrique del Rivero

En pocos lugares de España se puede sentir con tanta intensidad la magia y el poderío de la tierra como en la comarca de Las Loras. A caballo entre Palencia y Burgos se extiende un impactante espacio natural en el que las fuerzas tectónicas y la erosión del agua han modelado un paisaje excepciona­l. La Unesco lo ha declarado Geoparque Mundial por sus singulares valores geológicos y patrimonia­les.

LAS LORAS SON UNAS ALARGADAS, estrechas y muy llamativas estructura­s rocosas que se alzan en la zona donde entran en contacto la cordillera Cantábrica y la Meseta castellana. Una quebrada región, perfilada por las cabeceras de los ríos Pisuerga y Ebro, en la que se alternan caprichoso­s relieves calizos, profundos cañones fluviales, misteriosa­s cuevas y sugerentes cascadas. Pero si la naturaleza de Las Loras es capaz de asombrar al viajero, tampoco va a la zaga la riqueza arqueológi­ca, artística y etnográfic­a que desde hace milenios atesoran los pueblos del entorno.

Un buen lugar para comenzar el itinerario por el Geoparque de Las Loras es la localidad palentina de Aguilar de Campoo. Tras disfrutar de su rico patrimonio, en especial del rehabilita­do monasterio románico de Santa María la Real, hay que tomar la carretera que, por Villallano, conduce hasta Villaescus­a de las Torres y el conocido paraje de Las Tuerces. Un sendero, bautizado como La Escalera del Tiempo, permite ascender hasta lo alto de una meseta caliza en la que la erosión kárstica ha modelado un paisaje rocoso de llamativas formas.

Por debajo de esta «ciudad encantada», es fácil localizar el cañón de la Horadada, abierto por el río Pisuerga, y el pueblo de Olleros de Pisuerga, que conserva una de las joyas de la arquitectu­ra rupestre europea: la iglesia románica de los santos Justo y Pastor, totalmente excavada en la roca.

Enfrente de Las Tuerces y entrando desde el pueblo de Revilla de Pomar, se localiza el Espacio Natural de Covalagua, estrecho y escondido vallejo, cubierto de robles y hayas, en el que brotan en cascada las aguas del río Ibias. A un paso de este singular rincón aparece, ya en lo alto del páramo, otro enclave de visita obligada: la Cueva de los Franceses. Después de un cómodo paseo subterráne­o entre las formacione­s kársticas, no hay que dejar de visitar el mirador de Valcabado y asombrarse con el abismo que se asoma al ya cántabro valle de Valderredi­ble.

Tras recorrer lo mejor del sector palentino del Geoparque toca internarse en la provincia de Burgos. Desde Aguilar de Campoo, la N-611 conduce por Villela hasta el pueblo de Rebolledo de la Torre, que presume de uno de los más elegantes pórticos románicos.

LA CARRETERA QUE ENFILA HACIA HUMADA se interna en el abrupto y montañoso corazón de Las Loras. Escoltada por los alargados relieves calizos que se alzan casi 300 metros desde el fondo de los valles, en cada revuelta se admira una nueva y asombrosa panorámica de la comarca. Enseguida, a la altura de Fuenteodra, se descubren la espectacul­ar cascada de La Yeguamea y las fuentes del río Odra.

Al llegar a Humada, es fácil comprender los motivos por los que la Unesco decidió crear el Geoparque de Las Loras. Se mire donde se mire, sobre el horizonte se alzan los inconfundi­bles perfiles de Peña Amaya y La Ulaña. Además de su interés geomorfoló­gico, en lo alto de estas atalayas naturales se localizan algunos de los yacimiento­s prerromano­s más extensos de Europa.

Una serie de carreteras locales permiten enlazar con Basconcill­os del Tozo y tomar la desviación hacia Sargentes de la Lora, la mejor manera de entrar en el Espacio Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Precisamen­te desde el cercano pueblo de Hoyos del Tozo parte el sendero que se interna en el primer tramo del cañón del Rudrón, un paraíso para los buitres leonados y las águilas reales.

AL LLEGAR A LAS HORIZONTAL­ES PARAMERAS de La Lora (no confundir con Las Loras), sorprenden unos extraños artilugios metálicos: los caballetes con los que se extraía el crudo del primer y único campo petrolífer­o en tierra firme del país. Para conocer todos los detalles, hay que visitar el Museo del Petróleo de Sargentes. A un paso de esta localidad se alza el dolmen de La Cabaña, que, con más de 5000 años, es una de las joyas del megalitism­o de la provincia de Burgos.

De repente la carretera se topa con un mirador desde el que se contempla una extensa panorámica del tramo más escarpado del profundo cañón del Rudrón. Ya solo queda descender para enlazar en San Felices con la N-623 que, en dirección a Santander, se encamina al encuentro del cercano cañón del Ebro. Tras Valdelatej­a y Escalada, con casonas blasonadas y una iglesia románica, un buen lugar para dar por finalizado este intenso recorrido por el Geoparque es el pintoresco pueblo de Orbaneja del Castillo, donde, además de contemplar su famosa cascada y su bien conservada arquitectu­ra popular, se pueden tomar varios senderos que se internan en los enclaves vertebrado­s por el serpentean­te río Ebro.

 ??  ??
 ??  ?? El río Ebro y su afluente el Rudrón han horadado el páramo calizo del norte burgalés durante milenios, dando lugar a paisajes sorprenden­tes como el de la imagen. A la izquierda, el pueblo de Orbaneja del Castillo, asomado a las paredes del cañón del Ebro.
El río Ebro y su afluente el Rudrón han horadado el páramo calizo del norte burgalés durante milenios, dando lugar a paisajes sorprenden­tes como el de la imagen. A la izquierda, el pueblo de Orbaneja del Castillo, asomado a las paredes del cañón del Ebro.
 ??  ?? Olleros de Pisuerga conserva un tesoro excavado en la roca: la iglesia románica de los santos Justo y Pastor. Es conocida como la catedral de la arquitectu­ra rupestre española debido a sus dimensione­s.
Olleros de Pisuerga conserva un tesoro excavado en la roca: la iglesia románica de los santos Justo y Pastor. Es conocida como la catedral de la arquitectu­ra rupestre española debido a sus dimensione­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain