¡HOLA! Viajes

Entre olivares y patios encantados CÓRDOBA Sierras Subbéticas

- Texto: C. Romero Muñoz

Para descubrir los tesoros de las montañas del sur de Córdoba, nada como hacer un road trip por las Sierras Subbéticas, deteniéndo­nos aquí y allá para disfrutar del entorno y de sus campos de olivos. Por el camino encontrare­mos la villa romana de Almedinill­a, el barrio de la Villa de Priego, Zuheros –uno de los pueblos blancos más bonitos de España–, Rute y sus museos y el embalse de Iznájar.

Las subbéticas son unas serrezueLa­s repletas de atractivos: rubias crestas calizas, pueblos blancos, olivares, castillos árabes, fuentes, templos barrocos... Hasta los puentes de hierro del antiguo Tren del Aceite son bonitos. Para comprobarl­o, damos una vuelta a estas montañas en sentido contrario a las agujas del reloj, empezando por Almedinill­a, donde hay un poblado íbero y, sobre todo, una magnífica villa romana. En esta casa se ha hallado un bronce que se cree representa a Hypnos o Somnus, el dios grecorroma­no del sueño.

A diez kilómetros a poniente de Almedinill­a está Priego de Córdoba. Y en él, el barrio de la Villa, con sus calles blancas cubiertas de macetas floridas y su balcón del Adarve, donde la población se asoma a un cortado impresiona­nte. Lo más asombroso, sin embargo, es la fuente del Rey, que arroja sus aguas cristalina­s por las bocas de 139 mascarones de piedra caliza.

Preciosa es la carretera de montaña que lleva desde Priego, atajando por las dos Zagrillas (Baja y Alta), Esparragal y Luque, hasta Zuheros.

Sujaira, «la roca inexpugnab­le», llamaron los árabes a este nido de águilas que tiene el castillo más roquero de la provincia y el caserío más impecable. Antes que los musulmanes, se encapricha­ron del lugar los cavernícol­as que llenaron de cabras pintadas la cueva de los Murciélago­s. Los que ahora andan embelesado­s por este entorno son los senderista­s que caminan por el cercano cañón del río Bailón.

EL VIAJE LLEVA DESPUÉS A DOÑA MENCÍA, donde Juan Valera escribió y ambientó varias de sus novelas. Luego a Cabra, la patria chica del escritor, con un santuario en lo alto del monte dedicado a la Virgen de la Sierra desde el que se ve media España. Y a continuaci­ón, a Lucena, villa de gran tradición alfarera y espléndido pasado judío, que atesora una de las joyas del Barroco cordobés, la capilla del Sagrario de la parroquia de San Mateo, además de un castillo, el del Moral, donde estuvo encerrado Boabdil, el último sultán de Granada.

Atravesand­o 20 kilómetros de olivares, llegamos a Rute, famoso no solo por el aceite, que es excelente en toda la comarca, sino por el aguardient­e. En el Museo del Anís, en las destilería­s Duende, se exhiben alambiques de cobre del siglo xix, trujales donde aún maceran guindas y endrinas, un despacho de licores a la antigua usanza y vitrinas llenas de curiosidad­es, como las botellas que se sirvieron en la boda de los reyes Felipe y Letizia. En Rute hay otro museo del aguardient­e anisado y cuatro más dedicados al jamón, al azúcar, al turrón y al chocolate.

EN EL EXTREMO SUR DE LA COMARCA está Iznájar, otro nido de águilas como Zuheros, pero este rodeado por las aguas represadas del río Genil, que forman el mayor embalse de la región. En la parte alta, junto a la iglesia, se halla el patio de las Comedias, una placita repleta de macetas azules desde donde se ve el pueblo blanco y el llamado «lago de Andalucía», que tiene en su cementerio un excelente mirador.

 ??  ??
 ??  ?? Un caserío blanco, con un castillo árabe en lo alto de un risco, un mar de olivos alrededor y un cerro calizo como telón de fondo con una cueva prehistóri­ca en sus entrañas. Así se resume el encantador pueblo de Zuheros. Izquierda, patio típico cordobés en Rute.
Un caserío blanco, con un castillo árabe en lo alto de un risco, un mar de olivos alrededor y un cerro calizo como telón de fondo con una cueva prehistóri­ca en sus entrañas. Así se resume el encantador pueblo de Zuheros. Izquierda, patio típico cordobés en Rute.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain