SANTA EVITA
EL fervor que despertó Eva Perón, la esposa del Presidente argentino Juan Domingo Perón, en vida, se prolongó durante muchos años después de su muerte, sucedida en 1952 a los treinta y tres años, a causa de un cáncer, tres años antes de que su marido fuese derrocado. No solo fue actriz, icono de estilo y primera dama, sino que, además, fue autora de numerosos libros y artífice de algunas reformas modernizadoras del país, sobre todo en favor de la mujer. Su figura incluso fue objeto del musical Evita, de Andrew Lloyd-Weber, cuyo tema Don’t cry for me, Argentina fue un auténtico himno y que después fue llevado a la gran pantalla con Madonna y Antonio Banderas como protagonistas. Ahora es el empeño personal de Salma Hayek, detrás de la producción, el que ha llevado a la pequeña pantalla, y de manos de Disney, la adaptación de Santa Evita, novela del escritor argentino Tomás Eloy Martínez, considerada una obra maestra de la literatura iberoamericana con millones de ejemplares vendidos, en la que el novelista utiliza el trasiego al que fueron sometidos los restos embalsamados de Eva Perón para retratar al icono y la época que le tocó vivir desde su juventud. Para interpretarla se escogió a la cantante y actriz uruguaya Natalia Oreiro, que se funde con el personaje, y al argentino Darío Grandinetti, para hacer de Juan Domingo Perón; el reparto está completado con actores argentinos y españoles, como Francesc Orella y Ernesto Alterio. La serie intenta respetar el tono de la novela original oscilando entre el drama histórico, la farsa y el thriller, y a veces con una patita en el terror gótico. Con el recurso de los saltos temporales, supone una buena reconstrucción de un mito y el tiempo que sirvió para edificarlo, se ve con interés y dan ganas de profundizar en él leyendo la novela. Sin duda, un buen plan para una tarde de verano.
DÓNDE VERLA: DISNEY+