PEDRO TRAPOTE NOS DESVELA EL ESTADO DE SALUD DE SU MUJER, BEGOÑA, TRAS SUFRIR UN ICTUS
«Soy optimista y confío en que no le quedará ninguna secuela»
PEDRO Trapote ha vivido días muy difíciles por el delicado estado de salud que atraviesa su mujer, Begoña García-Vaquero, quien sigue recuperándose en su domicilio del ictus que sufrió el pasado 30 de septiembre y que le obligó a ser ingresada de urgencia en el Hospital Universitario de la Princesa, de Madrid. En tan complicados momentos, la cuñada del ex presidente del Gobierno Felipe González está teniendo el mejor de los apoyos en su marido, quien, después de que se desvelara la alarmante noticia, nos contaba, en conversación telefónica, cómo se encuentra la madre del menor de sus cinco hijos, Gonzalo: «Ya está mejor. Ha comenzado a caminar un poquito y habla bien».
—¿Qué ocurrió exactamente?
—Estábamos en nuestra casa de Madrid y Begoña empezó a sentir un gran malestar. Yo pensaba que era simplemente un corte de digestión o algo así, pero resulta que era una crisis hipertensiva. La tensión arterial le había subido muchísimo... ¡una barbaridad! Afortunadamente, estaba con nosotros mi hijo Sergio, que es médico. Fue quien se dio cuenta de lo que le pasaba y llamó al SAMUR, que la ingresó de urgencia. Las primeras cuarenta y ocho horas fueron vitales, porque existió un riesgo grande de que se le repitiera, pero, a Dios gracias, no ocurrió. Ha sido un milagro que lo cogieran tan a tiempo y que nos pillara en Madrid, porque, si no, no sé que habría ocurrido.
—¿Qué os dicen los médicos? ¿Se sabe si le va a quedar algún tipo de secuelas?
—Este tipo de lesión es muy delicada y uno no sabe qué deparará. Supongo que ahora tendrá que seguir una serie de recomendaciones, pero soy optimista y confío en que no le quedará ninguna secuela. Me tranquiliza mucho también su juventud y su fortaleza. Begoña es una mujer muy sana y no había tenido nunca nada antes. Pero, mira por donde, uno descuida el control de la tensión y resulta que es la que te puede dar un gran susto.
—¿Cómo se encuentra Begoña de ánimo?
—Está preocupadísima porque es consciente de lo que le ha sucedido, pero se va tranquilizando porque sabe que lo va a superar y, felizmente, ya está de nuevo en casa.
Este nuevo «susto» llega después de unos meses muy complicados para el empresario, que, en abril de 2021, afrontó uno de los golpes más duros de su vida, la muerte de su hijo Pedro, fallecido a los cincuenta y dos años de edad.
«Afortunadamente, estaba con nosotros mi hijo Sergio, que es médico. Fue quien se dio cuenta de lo que le pasaba y llamó al SAMUR»