La estrella invitada
ENTREVISTA CON NIEVE DE MEDINA: SU NUEVO RETO, SU PASIÓN Y SU LARGA TRAYECTORIA
SU rostro lleva apareciendo en series y, sobre todo, películas desde los años noventa. Nieve es una de esas actrices de raza cuyo nombre resuena y cuyo trabajo siempre deja huella, en El Bola, Los lunes al sol (por la que recibió una nominación en los Goya), El comisario, Hospital central, Un franco, 14 pesetas o Días mejores. Ahora la podemos ver en pantalla grande en El agua, primer largometraje de Elena López Riera, que ha pasado con gran éxito por los festivales de Cannes y San Sebastián. La película se basa en una creencia de Orihuela (Alicante) según la cual hay mujeres que están predestinadas a desaparecer en las inundaciones. Hablamos con ella de la película, de la necesidad de escribir y de su larga trayectoria como actriz.
—Nieve, cuéntame qué es El agua.
—Es una historia de ritos, de mitos. Es una historia de iniciación de una pareja que quiere huir del pueblo y escapar de la leyenda del agua. Es una historia muy ligada a la tierra.
—¿Hasta qué punto crees que son importantes los festivales para visibilizar películas que no son mainstream?
—Es una película muy íntima, de autora, y los festivales son fundamentales para estas películas. Las de Antonio Banderas o Penélope Cruz prácticamente ya están vendidas, no necesitan ese apoyo. En Cannes fue muy bien recibida, y en Toronto, en San Sebastián, en Casablanca… A Elena le están cayendo muchos premios. De hecho, yo tuve que ir a recoger uno porque Elena no llegaba. Sí, creo que es muy bueno para promocionar a personas que hacen un cine diferente y que necesitan mucho apoyo.
—¿Crees que la entrada más grande de las mujeres a la dirección está proporcionando otros puntos de vista?
—Sí se han abierto mucho las puertas, pero yo creo que queda mucho por hacer. Esa labor es la que les corresponde a ellas, a esas chicas nuevas, jóvenes, llenas de ímpetu e ilusión. Ellas también se apoyan sobre una generación de mujeres que trabajamos: actrices, directoras de foto, guionistas, productoras… Además, a ellas les corresponde también cambiar la visión sobre la mujer y el paso del tiempo. Tiene que cambiar el estereotipo de la belleza, esta hipersexualización, esta cosa de chico busca chica, y que tenga que haber una tensión sexual no resuelta entre los coprotagonistas.
—¿Eso es lo que te lleva a ti a escribir?
—Bueno, en los momentos estanco, escribo y monto mis cosas. Creo que, cuando no puedes expresar lo que tú quieres porque no te vienen esos personajes, te pones a escribir, que es otra manera normal y corriente de expresar.
—Nieve, ¿cuál crees que ha sido el punto de inflexión en tu carrera?
—Los lunes al sol. Antes de trabajar con Fernando León de Aranoa yo llevaba mucho tiempo haciendo teatro y en cine había hecho Marta y alrededores, El Bola, con Achero Mañas y venía de cosas muy pequeñitas hacía muchísimo tiempo. Pero el punto de inflexión fue hacer Los lunes al sol, la nominación a los Goya, un montón de premios… De ahí me llamaron de París y me fui tres meses a rodar allí. Fue el momento en que los productores pusieron nombre a mi cara.
DÓNDE VERLA: EN SALAS DE CINE