CÓMO PODEMOS PREVENIRLO
Existen actividades, formas de prevención, hábitos de higiene y tratamientos farmacológicos, fisioterapéuticos y ortopédicos que previenen y evitan la aparición de dolor en la espalda y que, aplicados y dirigidos por un experto, pueden mejorar de forma notable la calidad de vida de las personas que lo padecen.
HIGIENE POSTURAL. El mobiliario ergonómico siempre será de gran utilidad para prevenir el dolor de espalda: evitar asientos bajos y usar sillas altas con respaldo envolvente y apoyo de la zona lumbar. En la cama, se recomienda un colchón más duro que blando, la postura fetal de lado o boca arriba y debéis tener en cuenta que el reposo prolongado no es beneficioso.
SOBREPESO. Adelgazar y/o mantener el peso ideal mejora la salud de la espalda.
EJERCICIO FÍSICO. La vida activa y el ejercicio dirigido y moderado, adaptado a la edad, mejoran el grado de movilidad y autonomía. Recuerda que el sedentarismo aumenta el dolor lumbar. Las tablas de gimnasia orientadas, el yoga y el pilates son prácticas que benefician a la espalda y mejoran el dolor. La natación es el deporte ideal y el más recomendable para la salud de la espalda.