¡Ya no caben! El balcón más lleno que nunca, con el marido y los dos hijos de Carlota
DESPUÉS de años y de idas y venidas marcando sonadas ausencias, al fin, lo lograban: todos juntos. Las damas Grimaldi, con la elegancia de siempre, y los caballeros acompañándolas con chaqué.
Mónaco volvía a vestirse de gala para celebrar a su soberano, como cada 19 de noviembre, pero con el patio de armas y los balcones de palacio a rebosar en un despliegue de familia nunca visto en la Fiesta Nacional del Principado.
Alberto II, con su uniforme de gala, volvió a liderarlos a todos. Primero en la catedral, donde asistieron a la Misa de acción de gracias, y después en la explanada, donde desemboca la legendaria escalinata. A su lado, la princesa Charlene, que, después de perderse las celebraciones durante un año, no ocultó su alegría al poder asistir a la gran cita del año. Vestía un elegante abrigo blanco, de Akris; estrenó un broche de diamantes de Van Cleef & Arpels, valorado en más de 200.000 euros, y estuvo