¿QUÉ ME PASA, DOCTOR? EL TACTO EL SENTIDO DEL AFECTO
Tocar, sentir… Al sentido del tacto se le ha dado siempre menos importancia que a los otros. Sin embargo, es tan importante, o a veces más, que ver, oír, oler o gustar. Quizás sea porque es un sentido “pasivo”, que no podemos usar a voluntad, o porque su presencia está más dispersa, menos localizada que la de los otros sentidos. Nuestros cinco sentidos son indispensables para disfrutar de una vida sana y plena. Cuando alguno de ellos falla o disminuye en su actividad o eficacia, perdemos capacidad para disfrutar del entorno, sentir sensaciones, disfrutar de placeres, mantener relaciones con el mundo exterior, para aprender y progresar o para defendernos de los riesgos y peligros de la vida diaria.