SOFÍA PALAZUELO Y FERNANDO FITZ-JAMES PRIMER PASEO DEL AÑO, A PUNTO DE SER PAPÁS DE NUEVO
YA cuentan los días para dar la bienvenida a su segunda hija. Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James disfrutan de su dulcísima espera junto a Rosario, la pequeñita de la casa, quien, a punto de convertirse, con tan solo dos añitos, en la hermana mayor, aún tiene a sus papás para ella sola y darse su primer paseo en bici de 2023.
Casco, bici sin ruedines… Está claro que Rosario ya es «supermayor» y que ha tenido unos Reyes estupendos. Pero es que, además, en cuestión de unos días, recibirá una nueva muñequita con la que jugar. Porque sus papás ya están en la cuenta atrás. Los duques de Huéscar están a punto de volverse a convertir en padres, cuatro años después de haberse dado el «sí, quiero», en el palacio de Liria, y un mes después de otro momento de gran felicidad para la familia: la boda de Beltrán Palazuelo y la abogada Eugenia Hernández Antolín, nieta de los condes de Fuenteblanca.
En aquel enlace pudimos ver a Sofía, hermana del novio, con un elegante «outfit» firmado por Sophie et Violà, un modelo compuesto por un abrigo de paño en tono cámel, de hombros caídos y silueta acampanada, adornado con un cuello bebé en tonos blancos y grises. Esta era la última imagen que teníamos de la duquesa embarazada. Sin embargo, su estilismo, ideal para una ceremonia religiosa de noviembre, no dejaba intuir con claridad su avanzado estado de gestación.
Con este primer paseo del año de la pareja, aprovechando el sol de invierno de Madrid y las pasadas fiestas, hemos podido ver que, si bien Sofía cuenta ya los días para ver la carita a su segunda hija, mantiene una extraordinaria agilidad, ya que tanto ella como su marido juguetearon con la pequeña Rosario, que aún está aprendiendo a ir en bicicleta y necesita mucha atención.
Sofía Palazuelo, una vez más, demostró que, ya sea para una gran ocasión como para una salida ocasional, es capaz de vestir de forma cómoda y «sport» incluso con una barriguita de ¡nueve meses! Y, por supuesto, sin perder ni un ápice de estilo.