ADRIANA UGARTE
EN PRIMER PLANO: SU NUEVA VIDA EN EL NORTE, RODEADA DE ANIMALES, EL AMOR Y LOS RETOS
GRAN conversadora, lo mismo habla de filosofía que de literatura, de amor o de cine, de parejas o autoconocimiento…, pero, también, amante de los silencios buscados, aunque hable sola en ocasiones para poner en orden sus propios pensamientos. Nos lo cuenta entre risas, mientras recuerda que le sigue encantando mover las caderas a ritmo de reguetón, que le apasiona el yoga y que disfruta de los paseos al anochecer oliendo a eucalipto en el pedacito de «paraíso» que ha buscado para vivir rodeada de Naturaleza y de amor. Adriana Ugarte es una de nuestras actrices más reconocidas: aclamada en series que la catapultaron a la fama como «La señora» y «El tiempo entre costuras», este 2022 ha brillado en las series «Parot» y «Heridas», y lo hace ahora en el cine con el «thriller» «Lobo Feroz», del uruguayo Gustavo Hernández, donde da vida a Matilde, una madre en busca de venganza tras el asesinato de su hija. Un personaje para el que ha hecho una impresionante transformación con la que no deja indiferente a nadie.
—Nunca habías hecho un personaje como Matilde. Mucha gente se va a sorprender, no se si esto marca una nueva etapa.
—Creo que algo parecido no había hecho nunca, pero tampoco sé si a partir de este momento todos los personajes van a ser así, también depende de lo que vaya llegando. Algunos serán físicamente más parecidos a mí y otros te dan la ocasión de hacer esas transformaciones que son divertidísimas y maravillosas, pero sí, para mí «Lobo Feroz» ha sido un salto al vacío, eso sí lo puedo decir.
—Esa transformación es impresionante, su manera de caminar, como va encorvada, sus tics… No es solo física, es psicológica.
—Yo quería que la transformación viniera de un salto al vacío físico y emocional, que fuera un cambio de piel interno y externo. Este era mi mayor deseo.
—Siempre has llevado melena y en la película llevas el pelo muy corto. ¿Cómo fue sentarte delante del espejo y cortártelo radicalmente?
—Fue un momento también de mucho vínculo con el personaje. Es una manera de renunciar a tu imagen, a lo que más te gusta, para entregarte profesionalmente, y es bonito. A mí me hizo sentir más conectada con Matilde, me hizo sentir como una energía interna y un poder especial al despegarme de la imagen a la que estábamos acostumbrados.
—«Lobo feroz» no es una película fácil de ver. ¿Qué se van a encontrar los espectadores?
—Es un «thriller» de corte clásico pero que aúna muchísimos géneros, que te va a dejar pegado a la butaca y te va a brindar la oportunidad de hacerte muchas preguntas acerca de tus sombras, de lo que está pasando en la película y de quién es realmente el lobo. Es una película entretenidísima, de estar muy atento, de jugar como espectador a ser detective, a convertirse en el policía.
«Con los años me atrevo a ser más espontánea. Y me gusta muchísimo, porque al final creo que lo mejor del mundo es acostarte y sentir que has sido fiel a ti misma, que no te has traicionado», nos dice Adriana Ugarte, a la que podemos ver en «Lobo Feroz», que se estrena el 27 de enero. «Es verdad que hay que hacer un viaje a las profundidades de tu ser y creo que eso es lo maravilloso de nuestro trabajo, las oportunidades que te brinda para conocerte un poco más, y lo he aprovechado»
«El amor me ha tratado muy bien. Me ha enseñado muchísimo y todos han sido grandes maestros. Me llevo muy bien con mis ex, son personas que te conocen y con las que has compartido mucho. Para qué perder eso»
—¿En qué has cambiado de «El tiempo entre costuras», de la que se han cumplido diez años, a hoy?
—Siento que tengo una relación más madura con la profesión porque ya no albergo expectativas,