CÓMO ENTRENAR SIN GANAS
A veces hace falta autoanimarse para ponerse en marcha. Eso sí, ¡vale la pena hacerlo!
¡QUE VIVA LA RUTINA!
¿La mejor forma de entrenar casi en piloto automático, sin buscarse excusas? Crear una rutina y no saltársela nunca. Para eso es importante decidir de antemano qué tipo de hábito es compatible con nuestro estilo de vida. Si no hay espacio para una hora diaria, ¿qué tal establecer, al menos, media hora cada dos días? Eso sí, siempre a la misma hora y agendada para no saltársela nunca. Es mejor ser
constante con poco ejercicio que incumplir grandes metas.
PASITO A PASITO
En esos días en que no apetece nada de nada, siquiera moverse… ¿qué tal proponerse tan solo empezar? A veces, algo tan sencillo como calentar nos recuerda lo bien que sienta hacer ejercicio y nos anima a continuar, y esos pocos minutos de acción nos regalan la motivación necesaria. Quizás
baste solo ese ratito para, al menos, hacer quince minutos y sentir que no nos hemos saltado esa cita hecha con nosotros a la que no debemos faltar.
SIN EXCUSAS
“Si no tienes ganas de entrenar, entrena sin ganas”: un lema tan conocido como cierto. A menudo hay que ser realistas y, sencillamente, ponerse manos a la obra (o cuerpo en marcha), aunque no apetezca nada.
MEJOR EN COMPAÑÍA
Agendar el ejercicio con amigos es una forma de motivarse ¡los unos a los otros! (Y de que nos dé reparo y algo de corte escaquearnos…).
ALTERNATIVAS
Hacer ejercicio es más que el gym: bailar dándolo todo en casa o caminar con nuestro pódcast favorito son opciones perfectas, porque lo importante es activarse y disfrutar.
Últimamente, un medicamento para el tratamiento de la diabetes tipo II, llamado liraglutida, se ha estado utilizando para inducir una rápida pérdida de peso en personas obesas o con sobrepeso. Su demostrada eficacia y su efectividad para este fin han hecho que su difusión haya superado el entorno sanitario y se haya difundido ampliamente en redes sociales. Cuando un paciente se pone en manos de un especialista –ya sea nutricionista o endocrinólogo–, para perder peso y sigue sus consejos e indicaciones, está haciendo lo correcto. Pero, desgraciadamente, esta no es la condición más frecuente en estas situaciones. La mayoría de las veces, las personas que pretenden adelgazar se informan a través de amigos o conocidos y siguen dietas o tratamientos con medicamentos, que aun siendo eficaces, en muchas ocasiones tienen efectos secundarios no deseados y pueden representar riesgos para su salud. Siempre que estemos por encima de nuestro peso ideal, adelgazar suele ser una medida beneficiosa. Pero nunca debéis automedicaros y siempre –siempre– debéis estar asesorados por un experto, ya sea nutricionista, endocrinólogo o médico, siguiendo un plan previamente trazado y cumpliendo sus recomendaciones.
EL SECRETO DE UNA DIETA DE ÉXITO
Tener interés en adelgazar, estar firmemente convencidos de que perder peso nos beneficia, hacerlo con información y asesoramiento adecuados y poniendo en ello sacrificio y tenacidad son las condiciones indispensables para llegar de forma saludable al éxito.
La principal condición de una dieta adelgazante es que su contenido calórico total sea bajo. Para ello, deberá estar formada por la mayor cantidad y variedad posible de alimentos, para procurarnos una buena nutrición, como, por ejemplo, que tenga productos hipocalóricos muy abundantes y sea escasa en los hipercalóricos. Hay que tener siempre presente que, si conseguimos ingresar menos calorías de las que consumimos en nuestra actividad diaria, perderemos peso rápidamente.