El descanso de la guerrera
Las maternidad puede quitarles años de vida a las madres durante los primeros meses del bebé por falta de sueño. Hasta los seis años no se vuelve a recuperar el descanso perdido.Te contamos las claves para volver a dormir.
HAY UN PEQUEÑO CUENTO VIRAL que circula por Internet que resume perfectamente el sueño de las madres.“Érase una vez una chica que dormía bien y se quedó embarazada. Fin de la historia”. Los estudios científicos corroboran la idea popular de que, una vez que se es madre, no se vuelve a dormir igual. Ya desde el embarazo, a las mujeres les cambia el ciclo del sueño. Durante los tres primeros meses de gestación, muchas sufren hipersomnia, es decir, tienen sueño durante todo el día. ¿La causa? La hormona sexual conocida como progesterona se eleva mucho para favorecer el crecimiento de la placenta y la mayor demanda de nutrientes del bebé. En el último trimestre, el sueño nocturno se ve alterado por calambres, náuseas, digestiones complicadas o la necesidad constante de ir al baño.
¿Hasta cuándo?
Según un estudio realizado por un grupo de investigación de la Universidad de Warwick, el sueño de las madres se modifica al menos hasta seis años después de la llegada del bebé. Es decir, incluso cuando el niño ya está en edad escolar y duerme bien, las madres duermen peor que antes de su nacimiento.
“Aunque los hábitos de sueño de los niños suelen mejorar después de cumplir el primer año de vida, la calidad del sueño de las madres no regresa a los niveles previos al nacimiento de los hijos y no suelen alcanzarse hasta que el hijo menor va al colegio, ¡y eso es mucho tiempo! Si tu hijo no está durmiendo bien, busca ayuda pronto. Un buen sueño es algo altamente beneficioso para toda la familia”.
Alerta por cuidados
Quien habla es Caitlin Chasser, doctora especializada en sueño y fundadora de The Sleep Project.“Las mujeres tradicionalmente son las que tienen una mayor responsabilidad en el ámbito de los cuidados. Suelen pasar más tiempo en las fases más ligeras del sueño para poder estar alerta ante las necesidades de su familia y, como resultado, son más susceptibles a las interrupciones del sueño”, explica.
Madres mayores
La doctora asegura que la perimenopausia y la menopausia también pueden ser etapas problemáticas para el sueño, aunque los hijos ya sean mayores.“La duración media de los síntomas menopáusicos es de más de
7 años, y alrededor del 20 % de las mujeres experimentan síntomas durante tres lustros. Aunque la causa principal de las alteraciones del sueño que se producen durante este período no se conoce claramente, se cree que se debe a una combinación de varios factores, como la disminución de los niveles estrogénicos, fluctuaciones hormonales, alteraciones en la termorregulación (especialmente los sofocos) y una mayor prevalencia de ansiedad y depresión relacionada con la menopausia”, comenta la doctora.
Consecuencias
Las personas que tienen una mala calidad del sueño tienen un 24 % más de posibilidades de sufrir deterioro cognitivo, según la revista Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, por eso es tan importante conseguir una buena higiene del sueño.
El sueño de las madres se modifica hasta seis años después del nacimiento del bebé