¡HOLA!

ANDY GARCÍA HABLA CON «¡HOLA!»: SU PASIÓN POR ESPAÑA, EL DIFÍCIL CAMINO AL ÉXITO Y SU FAMILIA, EL MAYOR DE SUS TRIUNFOS

«Para mí es una bendición ser esposo, padre y abuelo», nos dice el reconocido actor y nos cuenta que su segundo nieto nacerá este año

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ANTES de pensar en convertirs­e en actor, Andy García quiso ser deportista. El baloncesto y el béisbol —por cierto, que tuvo como «coach» a otro actor nominado al Oscar, Mickey Rourke— formaron parte de su niñez y su juventud, también el tenis, y hoy en día es un apasionado del golf, suele jugar torneos y llegó a alcanzar el hándicap 7. Quizá perdimos a un baloncesti­sta extraordin­ario o a un «catcher» de récord, quién sabe, pero el cine ganó a uno de sus mejores intérprete­s. Hacía tiempo que no venía a España, pero le encanta nuestro país y está emocionado con el reto que le ha traído a Madrid: ejercer de maestro de ceremonia de la 25ª edición de los Laureus World Sports Awards, el lunes 22 de abril. Establecid­os en el año 2000, los prestigios­os premios internacio­nales reconocen cada año lo mejor del mundo del deporte en diversas disciplina­s. Además, la Fundación Laureus Sport for Good sirve de motor e inspiració­n para distintos proyectos, apoyando más de 300 programas en más de 50 países en todo el mundo. Desde su creación, ha in™uido positivame­nte en la vida de más de seis millones y medio de jóvenes.

En la pantalla, Andy García se dešende con todo y es un magníšco músico y compositor, pero el espacio más importante de su vida lo ocupan su mujer, Mariví Lorido; sus cuatro hijos, y ahora también su pequeña nieta de dos años, con la alegría, nos cuenta, de que va a ser abuelo de nuevo.

—Cómo nos alegra verlo en España de nuevo. Hacía mucho tiempo que no venía.

—Sí, hace mucho tiempo, sí. Me encanta España, pero casi siempre he venido a trabajar. Nunca he rodado aquí, aunque siempre he tenido el deseo, no se ha presentado la oportunida­d.

—Pues anímese con algún proyecto, es la excusa perfecta.

—Sí, me gustaría y es bonito porque uno se puede quedar mucho más tiempo. De momento, solo he venido de promoción. Estuve aquí de luna de miel con mi señora. Por supuesto, yo nací en Cuba, y si uno va hacia atrás en su árbol genealógic­o, el origen está aquí. Pero los abuelos de mi mujer, Mariví, nacieron en Asturias, en Taramundi y Ribadesell­a. Y estamos pendientes de hacer un viaje por allí porque todavía hay mucha familia de los Lorido Lombardero, que se dedican al negocio de la sidra.

—Ha venido como presentado­r de los Premios Laureus, ¿qué le ha movido a aceptar un reto tan diferente a todo lo que ha hecho en su carrera?

—Tengo una relación de hace muchos años con el grupo Richemont y la familia de Johann Rupert. Y llevo creo que ya siete años, no necesariam­ente seguidos, jugando su torneo Dunhill Links en Escocia. Y cuando me llamaron para ser el presentado­r de este evento me emocioné, porque les tengo mucho cariño y es como que uno piensa que me consideran parte de su familia

—No mucha gente conoce su vinculació­n al deporte, pero no es de ahora ni solamente al golf. Por cierto, creo que tiene un buen hándicap.

—Tenía, tú ya sabes. Yo creo que el mejor que tuve en mi época deportiva fue como un 7 u 8. Ahora estoy en un 11. Pero me encanta el juego.

—Porque su pretensión era ser profesiona­l del baloncesto.

—Bueno, ese es el sueño de todos los niños, uno quiere ser profesiona­l en algo, en deporte.

—Y también jugaba al béisbol. Además, tengo entendido que tuvo un maestro muy especial…

—También jugaba al béisbol y al baloncesto. Y sí, Mickey Rourke fue mi «coach» cuando éramos muy jóvenes —ríe—. Y tuvimos mucho éxito, ganamos el campeonato de la ciudad de Miami con él de entrenador. ¡Sí, así que imagínate ese cuadro!

—Y para una estrella del cine como usted, ¿qué signi‡ca rodearse de estrellas del deporte? ¿Es mitómano en ese sentido?

—He estado varias veces con Tom Brady. Anoche mismo estuvimos juntos y también estuve con Djokovic. Parte de mi familia fueron tenistas profesiona­les. Mi padrino, también Andy García, fue «coach» profesiona­l y mánager de José Luis Clerc muchos años. Su hijo jugó en el semi-pro. Yo de joven también jugué un poco, así que el tenis ha sido parte del deporte familiar. Yo soy fan del deporte y de cualquiera que destaque.

PIONERO EN HOLLYWOOD —Antes de ser actor y llegar donde está, trabajó de todo: jardinero, obrero, botones, camarero...

—Claro.

—¿Fue duro abrirse paso en el cine con el apellido García? En aquellos años en los que usted empezó, a ‡nales de los 70, había muchos más estereotip­os.

—Sí, no había oportunida­des, sinceramen­te. Primero porque había cinco estudios —estoy hablando del cine y la televisión, no del teatro—; no había cable y nada de esto. Entonces, las oportunida­des eran menos y los estereotip­os estaban bien formados. Si tenías un apellido his

pano, mi caso, no te veían como actor, te veían como un hispano. Si tenías la oportunida­d de hacer audiciones para una película o un «show» de televisión y así poder ganarte la vida, lo que había eran papeles de delincuent­e y miembros de bandas callejeras, mayormente mexicanas. Nunca te veían fuera de ese elenco. Para mí era muy difícil porque no cuadraba en ese mundo, ya que cuando iba a la audición para una pandilla mexicana me decían: «Eres hispano, pero no mexicano. Aquí hay un montón de actores con el físico más apropiado para ese papel».

«Fue duro abrirme paso. No había oportunida­des, sinceramen­te, y sí muchos estereotip­os. Si tenías un apellido hispano, mi caso, no te veían como a un actor», dice el intérprete, que antes trabajó como jardinero, obrero, botones y camarero

«Los abuelos de mi mujer, Mariví, nacieron en Asturias, en Taramundi y Ribadesell­a. Y estamos pendientes de hacer un viaje por allí porque todavía hay mucha familia»

—Pero lo logró.

—Poco a poco, ahí, siguiendo...

—¿Se siente el paradigma del sueño americano? Si se trabaja duro, hay una oportunida­d. Usted es el ejemplo.

—Yo diría que soy uno de los millones de ejemplos, empezando en mi casa, mi padre, mi madre, mi hermano y mi hermana. Nos fuimos de Cuba en el año 61. Estuvimos como familia dos años y medio bajo la dictadura de Fidel Castro, tuvimos suerte de poder salir. Y yo vi ese ejemplo en mis padres, echando para adelante y logrando un negocio y un futuro para su familia. Ese fue un gran ejemplo para mí en mi giro, porque me fui a buscar como un segundo exilio, en ese sentido.

—¿Quiere decir que fue en busca de sus sueños?

—No me quedé en el sur de Miami, teníamos un negocio y ya estábamos en una situación un poco más cómoda. Me fui a buscar mi deseo, a lograr mis sueños. Y creo que ese ejemplo que me dieron mis padres fue muy útil. En cualquier negocio uno tiene que, por supuesto, prepararse bien para cuando haya una puerta que se abra un poco, al entrar, la gente se dé cuenta de que tienes madera. Y eso es lo más importante, no es cuestión de prepararse como si fueras un doctor, pero buscando las oportunida­des en la vida a veces hay muchos obstáculos.

50 AÑOS

—Ha tenido muchos éxitos, ha estado nominado al Oscar, ha interpreta­do muchos papeles… pero su mayor éxito es la familia que ha formado. El próximo año se cumplen 50 años desde que vio a su mujer y le dijo a la primera que se casara con usted…

—Sí, 50 años...

—Tiene cuatro hijos que siguen sus pasos. Y ahora hay una nueva bendición en la familia, su nietecita de dos años…

—Sí, y otro en camino -—sonríe orgulloso—. Violette Rose Borrello, de padre italiano y madre cubana, me llama papá. Tiene una personalid­ad muy interesant­e y es una bendición, sinceramen­te, tener otra vez a una niña en casa. Y, gracias a Dios, tenemos una familia muy unida, estamos siempre juntos. Vengo directamen­te de un rodaje en Apulia, en la ciudad de Lecce, y mi hijo vino las dos últimas semanas y está aquí conmigo en Madrid. Y ahora regresamos a Miami, a una casa que tenemos allí, para estar con la familia. Para mí es una bendición ser esposo, padre y abuelo.

—Su hijo, Andrés, ha heredado su pasión por la música.

—Sí, está muy metido en la música, trabaja como DJ profesiona­l. Mis hijas Dominik y Daniella son actrices y la tercera, Alessandra, es modelo.

 ?? ?? El inolvidabl­e intérprete de «Los intocables de Elliot Ness», «El Padrino III» —por la que recibió una nominación al Oscar— y la saga de «Ocean’s», entre muchas otras, fotografia­do en Madrid como presentado­r de los Premios Laureus. De conversaci­ón relajada, su corazón bulle de pasión por su familia, por su trabajo y por su país natal, Cuba, que dejó, con la pena de un niño de cinco años, junto a sus padres exiliados. Derecha, su mujer Mariví, sus hijas Daniella, Alessandra y Dominik y la pequeña Violette, en brazos de su madre. En el centro con su mujer, con quien celebra, este 2024, 42 años de matrimonio. Y al lado, con
su nieta en brazos
El inolvidabl­e intérprete de «Los intocables de Elliot Ness», «El Padrino III» —por la que recibió una nominación al Oscar— y la saga de «Ocean’s», entre muchas otras, fotografia­do en Madrid como presentado­r de los Premios Laureus. De conversaci­ón relajada, su corazón bulle de pasión por su familia, por su trabajo y por su país natal, Cuba, que dejó, con la pena de un niño de cinco años, junto a sus padres exiliados. Derecha, su mujer Mariví, sus hijas Daniella, Alessandra y Dominik y la pequeña Violette, en brazos de su madre. En el centro con su mujer, con quien celebra, este 2024, 42 años de matrimonio. Y al lado, con su nieta en brazos
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Texto: MARTA GORDILLO Fotos: FERNANDO JUNCO

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