¡HOLA!

LA ROMÁNTICA E ÍNTIMA BODA DE LUNA MEDINA DE ORLEÁNSBRA­GANZA Y GIOVANNI RAPAZZINI DE BUZZACCARI­NI

EN EL IMPRESIONA­NTE PAZO DE OCA, CONOCIDO COMO «EL VERSALLES DE GALICIA»

- Texto: MARTA GORDILLO Fotos: CARMENCITA GOES WILD

Fue una triple celebració­n para la hija del duque de Segorbe: su enlace, su cumpleaños y también el de su hijo, Galateo, de un año, que se convirtió en el gran protagonis­ta

EL pasado sábado 4 de mayo fue uno de los días más especiales para Luna Medina de Orleáns-Braganza y Giovanni Rapazzini de Buzzaccari­ni. La pareja celebró su boda en la intimidad, ante 50 invitados, familiares y amigos más cercanos, el mismo día que su hijo, Galateo, convertido en el gran protagonis­ta, cumplía su primer año de vida. Es más, el enlace se convirtió en una triple celebració­n, porque también soplaba las velas la propia novia, condesa de Ricla e hija menor de Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, duque de Segorbe, respetado arquitecto y restaurado­r, y presidente de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, y de la princesa María da Gloria Orleáns-Braganza Borbón, duquesa de Segorbe, tataraniet­a de don Pedro II (el último Emperador de Brasil), prima hermana del Rey Juan Carlos y reconocida decoradora de interiores.

Cabe destacar que el duque de Segorbe es el único de los cuatro hijos con vida de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, XVIII duquesa de Medinaceli, conocida popularmen­te como Mimi, descendien­te directa del Rey Alfonso X el Sabio, once veces Grande de España y una de las aristócrat­as más fascinante­s de nuestro país.

Luna y Giovanni eligieron para su «sí, quiero» una de las magníficas propiedade­s de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, el Pazo de Oca, conocido también como «el Versalles gallego», en la provincia de

Pontevedra. Su origen se sitúa en el siglo XIII; si bien subsisten vestigios materiales que datan de mediados del siglo XV, los edi cios actuales son del XVIII, de estilo barroco. Un histórico y mágico enclave, cuyos impresiona­ntes jardines son de los más bellos de Europa, con lagos y estanques de cuento. Y un lugar muy especial para Luna, puesto que allí fue bautizada y vivió sus primeros meses en España, además de haber pasado veranos, navidades y largas temporadas con su familia. Muchos momentos para recordar. También fue el primer sitio donde invitó a Giovanni, miembro de una de las familias aristocrát­icas italianas más relevantes (la leyenda dice que se remontan a la época romana), a conocer a sus padres, y el pequeño Galateo, asimismo, ya ha podido pasar también temporadas.

En su gran día, la novia llevó un vestido en dos partes de Alejandro Palomo: se trataba de una gabardina turquesa que ya conocía, le encantaba y le pareció perfecta para una boda donde segurament­e llovería, y que el diseñador ajustó y le prestó para la ocasión. Al ser madre de un niño, buscaba además un «look» que no fuera tradiciona­lmente «de novia». Para debajo se diseñó un sencillo vestido blanco, estilo imperio con encaje, con la premisa de poder volver a usarlo. Como joyas lució un collar de perlas negras de familia, como corona, y unos pendientes de diamantes y perlas, regalo de su ya marido el día que nació su hijo, Galateo, a quien bautizaron el pasado octubre, en la catedral de Padua, en Italia. El ramo de novia lo elaboró ese mismo día la madre de Luna, Gloria Orleáns-Braganza Borbón, con –ores frescas del jardín, que también se ocupó de la decoración –oral de la casa, ayudada por las personas de su con anza.

Sobre estas líneas, el duque de Segorbe, padrino y padre de la novia. A la izquierda, los recién casados junto a su hijo, Galateo. Abajo, la novia con su madre, la princesa María da Gloria Orleáns-Braganza Borbón, que hizo el ramo ese mismo día con flores del jardín. Al lado, Sol Medina junto a Pablo de Hohenlohe. A la derecha, los novios con algunos de sus familiares y amigos; Otto y Sophia Castell-Rudenhause­n, Pedro de Serbia, Cósima Ramírez de la Prada y

Alejandro de Serbia

A los novios les hacía especialme­nte ilusión que o ciara la ceremonia el obispo de Tui, don Luis Quintero, amigo cercano de la familia, que se encargó de o ciar la Primera Comunión de la novia, y un guía espiritual para ellos. También concelebra­ron el párroco de Oca, el padre don Carlos, y estuvieron el padre arcipreste don José Antonio y el capellán del pazo, el padre don José. El coro de cámara de Santiago de Compostela Sí Vis Me Canere interpretó una pieza de Bach, que la pareja siempre escucha con su hijo para dormirlo; otro grupo tocó la «Caridad del Guadalquiv­ir» como regalo y, como es tradición en Galicia, había un grupo de gaiteros tocando durante y después de la ceremonia.

DIBUJO Y POESÍA

Ejercieron como padrinos el duque de Segorbe y conde de Rivadavia y la madre de Giovanni, Katia Padovani. Cabe destacar que el padre de la novia se ocupó de toda la organizaci­ón en tiempo récord, tan solo dos semanas para que todo estuviera listo. Además de por sus padres, Luna estuvo arropada también por su hermana Sol, condesa de Ampurias, que contrajo matrimonio el pasado 3 de junio en Sevilla con Pedro Domínguez-Manjón Toro, y dos de sus tres hermanos, los príncipes Pedro y Alejandro de Serbia. Felipe, heredero de la Casa Real serbia, nalmente no pudo asistir, ya que tuvo que quedarse en Belgrado organizand­o el bautizo de su hija María, que será el próximo n de semana. En cuanto a la familia de su marido, asistieron sus padres, Giangaleaz­zo Rapazzini de Buzzaccari­ni y Katia Padovani, y sus hermanos, Bianca y Giulio.

Con muchísima ilusión recibieron los novios a sus familiares y amigos, que viajaron a Galicia con tan poco preaviso. Cada uno invitó a once amigos y tuvo a su lado a ocho personas de la familia más cercana, viviendo en casa, además de estar invitados también los vecinos del pazo. Entre los asistentes estuvieron Pablo y María Hohenlohe, Cósima Ramírez, Olympia Napoleón, François de Orleáns y Otto y Sophia Castell-Rudenhause­n. Este último, amigo de Luna, junto a su primo Michel Schonborn —amigo de Giovanni— fueron los DJ, como regalo de boda. Los novios, que abrieron el baile con tema «Il cielo in una stanza», de Gino Paoli, también organizaro­n una competició­n de dibujo y poesía, para que los invitados se pudieran inspirar por los jardines, y entre otras tradicione­s gallegas, los vecinos de Oca se ofrecieron a hacer una «queimada». No podía faltar de postre la tarta de Santiago. Y otra también para que Galateo, el pequeño protagonis­ta del día, pudiera soplar su primera vela.

Un broche de oro para la historia de Luna Medina y Giovanni Rapazzini de Buzzaccari­ni, que se conocieron, como en una escena de película, durante la ”esta del Redentore en Venecia, encima de un puente que solo existe durante 48 horas al año. Después de un noviazgo fugaz, fueron padres el 4 de mayo de 2023, y justo doce meses después, se han convertido en marido y mujer en una triple celebració­n, repleta de momentos inolvidabl­es.

La condesa de Ricla, que estudió en la escuela Parsons de Nueva York, es artista y, tras vivir cinco años allí, regresó en 2015 a Sevilla, donde se ocupa, junto a su hermana Sol, de la gestión del hotel Las Casas de la Judería. También inauguró recienteme­nte un centro de yoga en la capital andaluza, en el que imparte clases junto a otros tres profesores, un proyecto con el que está muy ilusionada.

Su marido, Giovanni Rapazzini de Buzzaccari­ni, nacido en Milán, estudió en Venecia, donde se licenció con una tesis titulada «Cristina Campo: entre poesía y liturgia». También ha realizado distintos másteres sobre ”lología y literatura y, además, ha trabajado con su abuela, la editora Vittoria de Buzzaccari­ni, en la gestión de la editorial Nova Charta, prestando especial atención al proyecto «Salvar un código», destinado a la difusión y restauraci­ón de códigos antiguos. A propósito de esta iniciativa, dio distintas conferenci­as en Venecia, Milán, Padua y Città di Castello. Este año ha publicado el libro «La poesía y el divino», un ensayo ”losó”co sobre la poesía y la mística.

La novia, condesa de Ricla, llevó un vestido de estilo imperio y una gabardina turquesa, un collar familiar de perlas negras como corona y pendientes de diamantes, regalo de su ya marido Entre los 50 invitados estaban los príncipes Pedro y Alejandro de Serbia, hermanos de la novia; Pablo y María Hohenlohe; Cósima Ramírez y Olympia Napoleón

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ?? Sobre estas líneas, los novios Luna Medina de Orleáns-Braganza y Giovanni Rapazzini de Buzzaccari­ni junto a su hijo, Galateo, a la salida de la iglesia. En la parte inferior, los recién casados posando en el Pazo de Oca, donde tuvo lugar el enlace. En la página anterior, la pareja durante la ceremonia religiosa; en la parte de abajo, una bella imagen del pazo, cuyos jardines están considerad­os de los más bonitos de Europa
Sobre estas líneas, los novios Luna Medina de Orleáns-Braganza y Giovanni Rapazzini de Buzzaccari­ni junto a su hijo, Galateo, a la salida de la iglesia. En la parte inferior, los recién casados posando en el Pazo de Oca, donde tuvo lugar el enlace. En la página anterior, la pareja durante la ceremonia religiosa; en la parte de abajo, una bella imagen del pazo, cuyos jardines están considerad­os de los más bonitos de Europa
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain