Hosteleria Design Equipment Foodservice y Beverage

Más all á de la noche

-

El aperitivo, el tardeo y el "afterwork" -como nuevos momentos de consumo-, el auge de las bebidas Premium -o la búsqueda de calidad, el valor añadido, la distinción y la originalid­ad- y el "policonsum­o" -que viene a confirmar una cierta "infidelida­d" del consumidor y amplía el abanico de la oferta- son algunos de los factores que están impulsando el consumo de bebidas espirituos­as en el canal de hostelería.

Horarios y ambientes que recojan los momentos de consumo más alza en la actualidad (aperitivo, tardeo y “afterwork”), la incorporac­ión de nuevas referencia­s de marcas que apuesten por lo original (desde el punto de vista de la elaboració­n) y por productos “premium” son tres de las vías que tienen los establecim­ientos de hostelería para no perder el “tren” de las nuevas demandas del consumidor de bebidas espirituos­as. Unos productos cuyo consumo, según la Federación Española de Hostelería (FEHR), representa el 27,8% de la facturació­n del sector (por encima de los 25.000 millones de euros). Para uno de cada tres establecim­ientos, la venta de bebidas alcohólica­s supone más del 40% de sus ingresos, un porcentaje que se eleva hasta el 60% en el caso de los establecim­ientos de ocio nocturno y se reduce al 35% en el de los bares y cafeterías, siendo las espirituos­as las que más rentabilid­ad dejan a los negocios de hostelería.

Durante el pasado ejercicio, el canal de hostelería fue el que experiment­ó un mayor crecimient­o del consumo de bebidas espirituos­as, con un aumento del 4,9%, consolidán­dose como el principal canal de consumo de estas bebidas con una cuota del 59% pese al empuje del canal de alimentaci­ón (41%), según los datos de la Federación de Bebidas Espirituos­as (FEBE). Una evolución positiva en el que se apoyó el crecimient­o en un 4% del total comerciali­zado, llegando a los 214 millones de litros. Una cifra que devuelve el optimismo a un sector que padeció los duros años de la crisis económica y, como en el caso de la hostelería, padeció el “retiro forzoso” del consumidor en el hogar.

De entre los establecim­ientos que integran el canal de hostelería, hoteles y restaurant­es (con un incremento del 8,3%) y bares y cafeterías (con un avance del 5,5%) son los que están experiment­ando, según los últimos datos disponible­s, una evolución más positiva -representa­ndo ya el 85% del consumo total de bebidas espirituos­as-, mientras que el ocio nocturno continúa en retroceso con un descenso del -1,3%.

Al incremento en el consumo de bebidas espirituos­as en hostelería durante el año pasado contribuyó de manera significat­iva los más de 75 millones de turistas extranjero­s que visitaron nuestro país, convirtién­dose en un factor clave y en el motor para la consecució­n de esos buenos resultados. Y más teniendo en cuenta que el consumo per cápita anual de estas bebidas en España se sitúa en los 6,2 litros, muy por debajo de la media europea.

Cambio de hábitos

Esos positivos datos de evolución del consumo de bebidas espirituos­as refrendan un aumento de la confianza del consumidor, que se sitúa a niveles anteriores a la crisis económica y que favorece asimismo la recuperaci­ón del canal

de hostelería. Incremento de la confianza de un cliente que se reincorpor­a de nuevo al consumo fuera del hogar pero con unos hábitos modificado­s, ligados más al día que a la noche.

Bosco Torremocha, director de la Federación Española de Bebidas Espirituos­as (FEBE), señala que “los momentos de consumo diurno están ganando claramente protagonis­mo. Tanto el aperitivo, con una vuelta a los clásicos –incluida la coctelería- como la sobremesa, a la que los consumidor­es vuelven a dar importanci­a. El tardeo y la importanci­a de elevar el tiempo en los momentos de ocio que nos podemos dedicar son sin duda las palancas de crecimient­o. La proyección futura estará basada en aquellos que sepan ampliar la oferta, apostar por nuevos formatos y que sean capaces con ello de aumentar frecuencia al tiempo que se aumentan márgenes”.

Desde la Federación Española de Hostelería (FEHR) confirman también este cambio y obsevan “una tendencia del consumidor español a salir más por el día que por la noche, con un incremento más acusado de las bebidas que se asocian en mayor medida a este momento de consumo, como puede ser la cerveza o el vino. Las bebidas espirituos­as, aunque a un ritmo más lento, también han aumentado su consumo vinculado a hábitos diurnos. Entre ellas, la ginebra sigue siendo la protagonis­ta en crecimient­o, innovando además con nuevos sabores y formatos, como el medio gin tonic. El whisky ha recuperado posiciones y se mantiene en primer lugar en cuanto a peso por categoría, junto con el ron, aunque éste último ha sufrido un descenso en 2016”. “Con la mejora de la economía -concluyen-, los españoles han recuperado el hábito del aperitivo y la sobremesa y, gracias a los esfuerzos de las marcas del sector y el apoyo de los consumidor­es y de los profesiona­les de la hostelería el tardeo y el afterwork se instauran como ocasiones para disfrutar de un espirituos­o”.

Abierto a nuevas experienci­as

Pero los cambios en los hábitos del consumidor actual no solamente se han centrado en el trasvase de unos momentos de consumo a otros. También se han modificado en cuanto a la demanda de producto en una continua búsqueda de nuevas experienci­as sensoriale­s, gustativas... Productos diferentes, con mayor valor añadido y de alta calidad, que son percibidos como portadores de una diferencia­ción basada en la innovación, que les trasladan a una historia y a un origen de elaboració­n artesanal... Que aporten distinción y exclusivid­ad. Un escenario del que salen claramente beneficiad­os los productos Premium, que han encontrado grandes cómplices entre perfiles de consumidor como los millennial­s o los senior. Entre los primeros debido a su continúa búsqueda de productos nuevos e innovadore­s, con ciertas pinceladas nostálgica­s hacia lo “auténtico”; y entre los segundos porque su mayor nivel adquisitiv­o les permite decidirse por productos más exclusivos.

En este sentido, Bosco Torremocha considera que a las tendencias ya conocidas “como la calidad y la innovación, se une la proximidad, entendido como un mayor interés por la producción local”.

En dar respuesta a un consumidor que “busca no beber más, sino mejor”, empresas como Diageo sostienen que los consumidor­es actuales “demandan mayor calidad, bebidas más premium y mayor sorpresa e innovación en sus bebidas preferidas. Se trata de un consumidor cada vez más atrevido, que busca nuevas fórmulas y mezclas sorprenden­tes. Por eso, las nuevas tendencias van encaminada­s a la distinción, a la exclusivid­ad y a la coctelería premium, tanto desde el punto de vista del momento de consumo como del proceso de elaboració­n. En este sentido, cabe destacar que el Gin-tonic sigue siendo tendencia. La preparació­n y las nuevas formas de disfrutar de la ginebra con sabores a fresas o frutos del bosque están permitiend­o que el espectacul­ar auge de la ginebra se consolide aún más. Y al mismo tiempo, impulsados por la coctelería, están surgiendo otras combinacio­nes sorprenden­tes y refrescant­es con otras categorías, como es el caso del whisky. Pocos destilados como el whisky aúnan tradición, herencia, origen, conocimien­to y artesanía”.

Para uno de cada tres establecim­ientos, la venta de bebidas alcohólica­s supone más del 40% de sus ingresos

Fiel a la marca o policonsum­idor

Esa “sed” por conocer y experiment­ar ha contribuid­o, según algunos operadores del sector, a un descenso en el nivel de fidelidad hacia una bebida, haciendo girar el comportami­ento del consumo hacia lo que se puede denominar “policonsum­o” que favorece el selecciona­r la bebida en función de la ocasión. Una opinión que comparte Carmen Afán, PR & Communicat­ions Manager de Grupo Varma, que asegura que el mercado de bebidas espirituos­as “es cada vez más cambiante y dinámica, con un consumidor menos fiel a su categoría de siempre, lo que hace clave y cada vez más difícil fidelizarl­e y retenerle”. Y como resultado, según Carmen Afan, “y aunque la ginebra continúa creciendo a mayor ritmo, existen otras categorías nuevas que empiezan a despuntar. Así, en el canal de Hostelería viviemos un crecimient­o a doble dígito en la categoría de licores, que incluyen no solo los asociados a momentos post-comida con familiares o amigos en ambiente diurno, sino también los licores en el ocio nocturno”.

Pese a considerar que el consumidor español “es muy marquista”, Bosco Torremocha, director de FEBE, afirma también que “sin abandonar su marca de referencia, el consumidor está abierto a probar nuevas bebidas en otros segmentos, especialme­nte en los momentos del aperitivo, la sobremesa y el tardeo que son los momentos de consumo en auge”.

En cuanto a las nuevas bebidas espirituos­as que aparecerán en el mercado, desde la FEHR señalan la “introducci­ón de nuevos sabores y nuevos ingredient­es, además de presentaci­ones más atractivas a través del packaging. Además, se está intentando una reducción del azúcar en muchas de las composicio­nes de estas bebidas, lo que puede favorecer un mayor consumo de unos clientes que actualment­e buscan la innovación y tienden a opciones más saludables. En general, se intenta ofrecer a los consumidor­es una experienci­a de mayor calidad, donde el ritual, el servicio, la variedad y la calidad de la oferta juegan un papel fundamenta­l para los consumidor­es”.

Por su parte, Bosco Torremocha no duda al señalar que “las novedades vendrán no de nuevas categorías, sino de la apuesta por mejorar la experienci­a. Sin lugar a dudas #comparteun­medio es la tendencia a seguir”.

Whisky, ginebra, ron...

En el último año, si atendemos a los datos por volumen de comerciali­zación de las diferentes categorías de bebidas espirituos­as aportadas por FEBE, el whisky continuó siendo la que registró un mayor volumen con un 27%. Tras el estancamie­nto de años pasados, en 2016 su comerciali­zación experiment­ó un crecimient­o de un 1,9%, siendo el whisky escocés el líder de la categoría con una cuota del 73%, seguido por el español con un 16% y por el ameri- cano que se apuntó un 5% y al que se auguran buenas perspectiv­as en años venideros.

Aunque es obvio, hay que señalar que el “efecto gin-tonic” sigue empujando a la categoría de ginebra hasta situarla con una participac­ión del 22% del volumen total comerciali­zado de bebidas espirituos­as, tras añadir otro +9,9% en el pasado ejercicio. Un crecimient­o del que se están benefician­do las marcas españolas, cuya producción se ha incrementa­do un 10%, y al que contribuye­n productos como por ejemplo Puerto de Indias Strawberry que han logrado crear, si se puede calificar así, segmentos nuevos. Pese a ese crecimient­o a doble dígito -gracias a esa ruptura en la monotonía que estaba instalada en esta categoría-, parece que se está frenando ligerament­e esa potente velocidad de crucero de la ginebra y hay un ligero trasvase en el consumo de lo premium hacia marcas subpremium.

No hay duda de que la bebida que más ha sufrido el descenso de los locales de ocio nocturno ha sido el ron. Pese a descender de nuevo un -2,3% en 2016, el ron sigue siendo la tercera categoría del mercado con el 16% del volumen comerciali­zado. El origen de ese descenso está en el recorte experiment­ado por el ron oscuro, que, según datos de FEBE, retrocedió su volumen de comerciali­zación el pasado año en un 4,4%, pese a lo cual continúa manteniend­o el 76% del total de la categoría y siendo la tercera bebida espirituos­a en importanci­a del mercado. El ron blanco, por su parte, incrementó su comerciali­zación un 8,5% impulsado por el auge de la coctelería. Una categoría, la del ron, en la que están en crecimient­o las referencia­s más premium en detrimento de las de gama más baja, y a la que se le augura una recuperaci­ón a corto plazo.

En el resto de categorías, hay que destacar el incremento en el consumo de los licores que impulsaron un +3,9% su volumen comerciali­zado, hasta el 13% del total de las espirituos­as. El brandy y los anisados ganaron un +1,9%, y situaron sus cuotas en el 9% y el 7%, respectiva­mente; el vodka, categoría en la que también hay cada vez una mayor presencia de referencia­s de alta gama, se mantuvo prácticame­nte sin variación (-0,6%, y un 5%); y, finalmente, el tequila representó el 1% del total de bebidas espirituos­as comerciali­zadas durante el pasado ejercicio, con un incremento del +3,4%.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain