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Suite Hotel Atlantis Fuerteventura Resort / Serenidad natural
El estudio Cordero+Viñas ha llevado a cabo recientemente el proyecto de reforma de las zonas comunes del Suite Hotel Atlantis Fuerteventura Resort 4*, un complejo turístico situado en el nordeste de la isla y dotado de amplios espacios para disfrutar en contacto directo con el aire libre. Su interiorismo, que destaca por reflejar el carácter típico majorero, fresco y alegre, está centrado en el refuerzo de ciertos aspectos positivos existentes como son un ambiente luminoso y exótico que invita a la conexión con la naturaleza y la evasión total. Este establecimiento, que se encuentra en Corralejo, al norte de Fuerteventura, a tan solo 50 m de la playa y junto al Parque Natural de las Dunas de Corralejo, consiste en un magnífico resort de 65.000 m², rodeado de jardines tropicales e instalaciones modernas, con una oferta todo incluido de alta calidad.
Pese a que la naturaleza de la isla es volcánica, el hotel goza de una marcada naturaleza tropical, con amplios espacios para disfrutar en contacto directo con el aire libre. Así, teniendo en cuenta estas características del hotel, las actuaciones generales llevadas a cabo en la reforma de interiorismo se han centrado en reforzar ciertos aspectos positivos existentes como son un ambiente luminoso, fresco, exótico y lúdico. Uno de los objetivos marcados ha sido actualizar la estética general del hotel. Por esta razón se renovaron espacios de las zonas comunes como el lobby, el restaurante Rambután, la plaza central y el restaurante de la zona VIP, de la mano del equipo de Cordero+Viñas, que contempló para ello la utilización de colores claros y luminosos, texturas y materiales naturales, como linos, sacos, madera y ratán. “Hemos querido representar el carácter fresco y alegre de la isla, pero confiriendo a cada área su propia personalidad”, afirma la interiorista Chelo Alcañiz, CEO del departamento de interiorismo de Cordero+Viñas.
Asimismo, se han seleccionado piezas de mobiliario e iluminación con un carácter muy mágico y tropical, tales como sillas trenzadas y luminarias
muy especiales. Por ejemplo, el elemento principal del lobby es una enorme lámpara formada por distintas células que da la bienvenida a los huéspedes del hotel con una cálida luz, inspirada en las linternas flotantes tailandesas. El mobiliario y complementos utilizados en esta zona también enfatizan el exotismo del hotel, ya que está fabricado en materiales 100% naturales como maderas, yutes y los linos naturales. Con el propósito de zonificar los distintos espacios y crear un vínculo interior-exterior, se han instalado distintas especies de plantas en macetas de cerámica artesanal en la zona de la entrada al lobby.
Uno de los espacios más emblemáticos del hotel es el restaurante Rambután, en referencia a la fruta asiática que tiene el mismo nombre. En él se sirven platos inspirados en la cocina asiática, a base de ingredientes naturales y de calidad suprema, con especial atención al sushi. Su interiorismo tiene como objetivo crear una experiencia a los comensales en la que sientan que se encuentran en un lugar acogedor gracias a los elementos que cubren la mayor superficie del techo, unas enormes lámparas de ratán natural cuyas formas generan un vínculo formal con la cáscara de la fruta rambután. Además, diversos ventiladores cuyas aspas se fabrican con hojas naturales generan una suave corriente de aire que refresca el ambiente y crea la sensación de estar en el exterior.
De inspiración exótica y carácter marinero, el espacio transmite grandes dosis de serenidad y relax, gracias a la amplitud de los espacios y también al predominio del blanco y de la luz natural, que entra generosamente a través de grandes ventanales. La elección de los materiales se realiza en función del ambiente exótico y la comida que allí se sirve. Por ejemplo, para la barra-buffet se ha elegido un revestimiento cerámico en tono azul con grandes formas de escamas de pez, que crean un vínculo con el pescado que se sirve en el restaurante. También hacen un guiño a la tradición tanto el mobiliario como los materiales del proyecto. Así, el diseño del pavimento combinando dos colores y el mobiliario trenzado despiertan reminiscencias a épocas pasadas y escenarios de películas exóticas.
En la zona de terraza se ha optado por romper con el dominio del blanco a base de intercalar la sillería en azul turquesa con el blanco, potenciando así su frescura. Por la noche, se respira un aire festivo gracias a la iluminación con tiras de bombillas en el techo, que prometen cálidas verbenas de verano.
De igual modo, para la actualización de la zona VIP se ha buscado crear un ambiente exclusivo y gentil donde el huésped pueda descansar. La exclusividad de esta zona del hotel se plasma en un diseño que prioriza la creación de atmósferas íntimas y acogedoras. Predominan los materiales naturales, como la madera, que es protagonista en el pavimento exterior, o como el ratán, en las zonas de descanso y relax junto a la piscina. Las plantas autóctonas tienen la función de oxigenar y dar vida a los espacios, pero sirven además para compartimentar y crear escenas más intimistas, de una manera muy sutil y estéticamente bella.
En esta misma línea, se han utilizado cómodas camas balinesas con toldos blancos al lado de la piscina, así como una zona de chill out delimitada por una pérgola de lamas de madera y distintas piezas de mobiliario de exterior con formas redondeadas muy amables. La zona del restaurante goza de un espacio amplio, con tonos de pintura muy clara y detalles en colores frescos como verdes y marrones. En definitiva, un paraíso terrenal con un clima envidiable 365 días al año donde descansar y evadirse.