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¿Qué necesita una franquicia de restauración para triunfar en el mercado?
Mucho se habla y se debate sobre el sector franquicia. ¿Hasta cuándo aguantará la tendencia alcista? ¿Estamos a las puertas de una burbuja? ¿Es tan bueno todo lo que nos dicen?
Las franquicias están experimentando un momento muy positivo, en los últimos años han aumentado de manera exponencial, pero, ¿hay hueco para todos? En el grupo Dihme creemos en la gestión de las franquicias y en el recorrido del negocio y no vemos todavía nubarrones en el horizonte. ¿Por qué?
Primero, por una tendencia muy positiva en el comportamiento del sector ante la pasada crisis. Viene a demostrar que no solo en franquicias, sino en la economía en general (véase el ejemplo de la banca), solo aquellos que hacen los deberes sobreviven. La mayoría de las franquicias lo hace bien, en forma de inversión en marca, en calidad de producto, en control de costes, en satisfacción del cliente y en otro gran número de aspectos que hacen que su aportación de valor para el franquiciado y el cliente final sea notable.
En segundo lugar, tenemos que tener en cuenta el posicionamiento de la franquicia, relativizándolo con el total del mercado español. En el caso de la restauración, sigue siendo pequeño en comparación con los países de nuestro entorno.
Nos preguntamos a menudo si este mercado seguirá creciendo, y de hecho lo hará, ya que buena parte de ese crecimiento se produce por el cierre de establecimientos de restauración no organizada. Una vez más, la implacable economía de mercado hace de las suyas. Solo lo mejor, lo novedoso, lo diferente o lo eficiente tendrá un hueco en los próximos años. Además, la rentabilidad nos dará la razón. Recuerdo una conversación sobre las dificultades económicas de algunos franquiciados con un compañero de profesión, cuyo nombre no citaré, pero cuya conclusión comparto. Se quejaba el franquiciado de la poca rentabilidad y mi compañero le recriminaba: “lo que no es rentable no es tu tienda…¡es tu vida!”
En una economía con los tipos de interés casi al 0%, oportunidades de inversión con retornos por encima del 10% y cierto grado de seguridad no hay tantas. Ahora bien, si queremos un sueldo de 3.000 euros/ mes, coche a cargo de la franquicia y trabajar poco, quizá pedimos demasiado.
Y, ¿hacia dónde se dirige el mercado? ¿cuál es el futuro del sector franquicias?
Nosotros podemos hablar de restauración. Conceptos nuevos dirigidos a nuevos consumidores, más efímeros quizás, control exhaustivo de los procesos y los costes (hay que ser rentable), incremento de la experiencia del consumidor hasta el infinito, presión regulatoria y mucha tecnología, ¿algo nuevo bajo el sol? Nada que no esté pasando en todos los sectores y que eleve la profesionalización de empresas y trabajadores.
En Dihme partimos de historias verdaderas para desarrollar los conceptos que presentamos al mercado, por ejemplo en Blue Moon y La Sagrada Fábrica tenemos una empresa que lleva 300 años elaborando cerveza (Molson Coors, propietaria de Blue Moon) y con un pionero (Carlos García, fundador de La Sagra Brew), que desarrolla un nº1 de cerveza artesana desde su fábrica de Toledo.
El consumidor reconoce los conceptos diferentes y premium (no por coste) como algo especial y que aportan cosas nuevas, y los potencia a su modo, consumiendo y recomendándolos. ¡Al igual que desecha lo fake, poco elaborado o aburrido, y lo hace a velocidad de vértigo!
Por eso en Dihme desarrollamos lo que llamamos franquicias “singulares” y conceptos con alma, porque aunamos en ellos el bagaje acumulado en gestión, junto con la mejor experiencia del consumidor y lo último en tecnología, buscando sorprender al cliente. Todo esto en despliegues sostenibles, evolucionando el concepto y adaptándolo a la realidad de la ciudad, al propio local de la franquicia y al momento de consumo.
Con estos nuevos paradigmas propios de los nuevos tiempos en los que estamos, creo en que el sector de franquicias -y el de restauración en particular- goza de una excelente salud en el presente y un futuro prometedor.