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El Hotel de cuatro estrellas Catalonia Santa Justa, situado entre la estación sevillana de Santa Justa y el casco histórico de la ciudad, luce nueva imagen tras la ampliación de sus instalaciones, gracias a la adquisición del solar trasero que había junto al edificio principal y los trabajos de reforma. Así, el establecimiento ha logrado duplicar su tamaño pasando de ofrecer 75 habitaciones a 125, además de incorporar nuevos espacios como un gimnasio, una sala de juntas, aparcamiento y spa. También se reformó el hall, aunque conservando ciertos elementos como el mueble de la recepción, que simplemente se customizó con la aplicación de nuevos materiales e iluminación.
La conexión de ambos edificios se ha realizado desde la planta baja sobre la cual ha recaído gran parte del protagonismo de la reforma que ha afectado al inmueble principal, ya que debía crearse una misma línea visual que unificara este espacio, consiguiendo que el paso de un edificio al otro resultara totalmente integrado. Todo el proyecto de ampliación y renovación ha recaído en la dirección del estudio de interiorismo Pia Capdevila junto con el equipo de imagen de la cadena hotelera, y el arquitecto Jacinto Arqués Molinero, quien ha trabajado sobre todo en la parte de nueva construcción.
El nuevo edificio adquirido destaca por ser un antiguo corral de vecinos que, aunque se tuvo que derribar manteniendo su fachada original, la propiedad ha querido reconstruirlo para aportar ese valor histórico de los edificios sevillanos tradicionales. El resultado final ha sido el de un edifico de tres plantas dispuestas en torno a un patio central ajardinado desde donde se accede a las distintas habitaciones. Estas han quedado distribuidas en 16 estancias en la planta baja, 20 en la primera y
14 en la segunda. Y es que el estudio de diseño ha querido respetar al máximo los aspectos originales con los que cuenta el espacio, pero aportándoles ciertos toques propios, uniendo así elementos nuevos y originales. Entre dichos elementos destaca la creación de un motivo gráfico en forma de flor, diseñado exclusivamente para el hotel, que nace de la investigación de antiguas baldosas andaluzas. De esta forma, el estudio ha modificado el color y la forma creando un icono visual que articula la estética de todas las estancias del hotel, que además queda resaltado de la superficie mural gracias a la iluminación.
Respecto a la gama cromática empleada, se ha optado por jugar con dos o tres colores, predominando los tonos verdes conjugados con grises, potenciando la luminosidad y la amplitud de los espacios. Mientras tanto, para los suelos, se ha optado por piedra natural que aporta un toque rústico, rejas y barandillas de hierro forjado, terracota en macetas y tejas, y molduras y marcos de estilo antiguo. En palabras de la interiorista "en una visión global, cabe destacar un aire actual pero sin perder de vista los elementos clásicos". También la vegetación ha jugado un papel importante en el proyecto, especialmente en el patio del nuevo edificio, así como en distintas estancias interiores, consiguiendo junto con la selección de materiales la unificación de la imagen integral del hotel. Además, cabe destacar que en el edificio que albergaba el hotel originalmente, en su planta principal renovada se ha incluido un bar junto a la zona de estar tipo lounge pensada para los ratos de ocio de los huéspedes y en la planta sótano, antes ocupada por tres salones, se ha habilitado el nuevo comedor de desayunos, en el que se ha jugado con los elementos de iluminación y se ha incluido también un falso jardín. Respecto a la terraza de la azotea, esta alberga la piscina exterior y el solárium y se le ha dotado de un aire nuevo, renovando su pavimento y todo el mobiliario, incluyendo vegetación y zona de sombras a través de la instalación de toldos. Además, se ha instalado un jacuzzi al aire libre en uno de los extremos de la terraza, así como un ascensor que comunica directamente el hall con la terraza.
Para el estudio Pia Capdevila este establecimiento es el segundo proyecto que realiza para la cadena hotelera, por detrás del Catalonia Gran Vía en Barcelona. De hecho, la interiorista se encuentra trabajando en otras obras para Catalonia Hotels & Resorts en otros puntos de España, un grupo hotelero que dispone de 72 hoteles y resorts en más de 20 destinos de todo el mundo que suman más de 12.000 habitaciones; 55 de dichos establecimientos ubicados en nuestro país.