Hosteleria Design Equipment Foodservice y Beverage
Tendencias en diseño para hoteles y restaurantes
El sector de la hostelería es uno de los más vulnerables ante un mundo tan globalizado y cambiante, y se ve inmediatamente influido hoy día por el devenir de acontecimientos económicos, sanitarios, climatológicos, políticos y sociales… Entonces, ¿cuál debería ser el papel de la arquitectura de cara al futuro? Hacer sentirse únicos a los huéspedes y clientes, es -a mi entender- la respuesta.
Frente a la vorágine de cambios constantes en nuestro mundo y en nuestra sociedad, hay algo que dentro del sector de la hostelería no ha cambiado y es ahí donde debemos centrarnos: Crear experiencias a través de los espacios que diseñamos, para lograr que los clientes reconecten consigo mismos y con nuevos ambientes. ¿Cómo? Siempre me ha gustado reflexionar sobre los nuevos retos y los avances que se nos presentan día a día a los profesionales de la arquitectura y diseño de interiores. Asumir la vulnerabilidad mencionada al inicio no nos hace débiles, sino muy al contrario, nos permite mirar el futuro con una perspectiva más sólida. El relativismo global que vivimos, en este caso preferimos considerarlo como una ventaja, porque todo ser humano necesita un espacio donde sentirse seguro y diseñarlo es nuestra misión.
Así, los hoteles y restaurantes son un continuo devenir de personas, un punto de encuentro de diversos intereses, culturas, e incluso motivaciones diferentes de un mismo cliente según el objetivo principal de su visita. Es necesario que el espacio que contenga todas esas inquietudes se comporte relacionándose con cada cliente como si fuera único: personalizar es la clave. Esta es y seguirá siendo, una de las mayores vocaciones del sector: Desarrollar cada parte de los espacios de un proyecto orientada a satisfacer las preferencias y perfil de cada cliente.
Ese “serúnicoparacadacliente”, incluye que los espacios sean naturalmente accesibles para cualquier persona, sin distinción de edad, o incluso de condiciones físicas y sensoriales, teniendo siempre en cuenta sus necesidades y alineados con un diseño de alta calidad, y atractivo en lo estético y en lo funcional.
Y esto no significa que cada espacio deba ser igual, si bien el interiorismo debe tener una línea consistente y coherente entre las estancias de cada proyecto, cada hotel y restaurante deben contar con una personalidad y carácter propios adaptados a cada uno de sus espacios. Es indispensable generar un ambiente que haga sentir a las personas que están fuera de su entorno habitual, que están en un lugar único y distinto a lo usual para ellos.
Por supuesto, nuestros proyectos deben atender a los requerimientos propios de la zona o ambiente dentro del que se encuentren, pero todos al final convergen en el hecho de que, respetando siempre los caracteres propios del lugar, deben darle una personalidad propia a la actuación, lo que será el factor determinante para lograr una diferenciación exitosa. El mobiliario diseñado, los accesorios, los acabados, las texturas y el contraste de materiales de calidad tiene cada vez un papel más protagonista, así como el adecuado uso del color y de la luz, tanto natural como artificial, para generar las escenas deseadas.
En el caso de los hoteles, los espacios comunes toman cada vez mayor relevancia frente a las habitaciones. Esto no quiere decir que se les reste importancia a las mismas, pero sí es un hecho que los clientes, especialmente las nuevas generaciones, buscan compartir más tiempo, lo que conlleva a crear espacios que denoten una mayor calidez, que inviten a la interacción y la empatía entre usuarios, y que sean sencillos pero confortables. Además, el uso cada vez mayor de nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad dentro del lugar, no solo es una tendencia para ahorrar costes en el mantenimiento de las instalaciones, sino que suponen la clave para crear un entorno mejor y más fácil de usar. En este punto pienso también en la automatización como un aliado reciente, pues brinda soluciones que hacen de la experiencia del cliente algo mucho más satisfactorio, y nos facilita procesos y ofrece soluciones inexistentes anteriormente.
Así, creando un contraste entre nuevas tecnologías y la personalización del diseño de los ambientes se logra crear una armonía capaz de transformar el espacio para dotar a clientes, huéspedes y comensales de una experiencia especial y diferente, que los invite a rememorar el momento y a desconectar de los asuntos y espacios cotidianos.