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Knauf Industries
SOLUCIONES PARA USO ALIMENTARIO
Knauf Industries ha presentado sus últimas soluciones para uso alimentario. En este sentido, la empresa apuesta el smart packaging, el blockchain aplicado al catering, la reinterpretación del plástico de varios usos y alternativas de bioplástico y plástico reciclado químicamente.
El smart packaging es la incorporación activa de las tecnologías digitales a los envases y embalajes de uso alimentario. Esta tecnología responde a la necesidad de asegurar la calidad y trazabilidad de un producto a lo largo de toda la cadena de distribución. La “smartbox Komebac Cool” de Knauf Industries es un embalaje isotérmico, con alta capacidad para absorber impactos y alerta de vibraciones. Es posible compartimentarlo creando dos espacios con distinta temperatura. Se fabrica en polipropileno expandido (EPP), un monomaterial lavable, reutilizable, reciclable y con un ciclo de vida muy largo. La regulación cada vez más estricta sobre el plástico de un solo uso y el inminente impuesto a los plásticos no reciclados obliga a los restaurantes de take away a replantear los materiales utilizados en vasos, platos o bandejas con criterios de retornabilidad. R'Kap es una materia prima apta para consumo alimentario, fabricada a partir de plásticos de postconsumo y con las mismas propiedades que el polipropileno. El consumidor lo puede meter en el microondas al llegar a casa si la comida se ha enfriado y el establecimiento se ahorra el impuesto al plástico. En el departamento de diseño se le puede añadir un diseño Premium y en el que se plasme la imagen de marca; con ello el cliente final puede reutilizarlos en casa muchas veces más y la marca logra un recuerdo post consumo. Este menaje premium tendría un pequeño coste para el cliente, quien, a su vez, tendría tres opciones: retornarlos después de su uso y recuperar el dinero, llevárselo a casa y darle otros usos en su vida cotidiana, o reutilizarlos en sus próximas visitas al restaurante.
En el caso de Celoops se trata de un material apto para consumo alimentario procedente de plástico reciclado postconsumo y se depositan para su reciclaje en el contenedor amarillo amarillo. Así se reduce el uso de materia prima de origen fósil a la vez que se involucra a los fabricantes y al consumidor final en la economía circular.
Por otra parte, la empresa incide en que el desperdicio alimentario en España asciende a 7,7 millones de toneladas de alimentos al año. De ellos, 1,7 se pierden a lo largo de la cadena de suministro, una cifra preocupante que podría evitarse utilizando la tecnología blockchain. .