Juana Rivas justifica haber huido de la Justicia por “mal asesoramiento”
El fiscal pide cinco años de cárcel para la madre de Maracena que se negó a llevar a sus hijos a su padre
Juana Rivas, la madre de Maracena que se resistió el verano pasado a entregar a sus dos hijos al padre, espera la sentencia de la Sala de lo Penal 1 de Granada, donde fue juzgada ayer por delitos de sustracción de menores y desobediencia. Al final de la sesión, la Fiscalía mantuvo la petición de cinco años de cárcel para la acusada.
Según declaró Rivas, su intención nunca fue “huir de la justicia” sino aguantar hasta el último minuto mientras hubiera opciones con alguno de los recursos presentados por sus abogados aquellos días. Ésta se convirtió en la principal línea de su defensa, dado que su actual abogado, José Estanislao, basó sus principales argumentos en la “errática” estrategia de los asesores y abogados que Rivas tuvo el verano pasado.
“Si le pasa algo otra vez elija bien a los abogados”, llegó a recomendarle el juez a la acusada en uno de los momentos en los que salió a relucir el asunto de los consejos recibidos. “¿Nadie le advirtió del delito que estaba cometiendo?”, insistió el juez. Rivas respondió que le dijeron “algo de posibles represalias, pero nunca imaginé años de cárcel”. En sus conclusiones finales, la defensa de Rivas insistió en que no tuvo intención de cometer un delito, pues estaba “mal asesorada”, y que por tanto todo se debe a un “error”. Por eso pidió su absolución.
Otra línea de defensa fue una supuesta huida por protegerse de los malos tratos del padre de los niños, que éste negó en su declaración como testigo. El letrado de Rivas se basó en el antecedente de la condena recibida por Francesco Arcuri en 2009 tras un episodio de agresión vivido en el domicilio familiar cuando la pareja vivía en Granada.
La Fiscalía le reprochó insistentemente a Rivas los motivos por los que volvió a Italia junto a Arcuri y decidieron tener a su segundo hijo después del asunto de malos tratos denunciado por ella. La acusada declaró que tra- tó de darle una “oportunidad” y probó a vivir en Italia, pero que la convivencia se hizo insoportable. Por eso, cuando en 2016 volvió de vacaciones a España con los niños, decidió no regresar.
Fue ahí cuando empezó la batalla judicial entre los progenitores que por el momento ha llegado hasta la sala de vistas del Penal 1 de Granada, donde Rivas se expone a ser condenada a cinco años en la cárcel. Los niños suman casi un año en Italia, después de que Rivas se los entregara a su padre en agosto de 2017.
La encausada alegó protección de los malos tratos del progenitor para desobedecer