Juan José Cortés recuerda a Mari Luz en el aniversario de su desaparición

Once años se cumplieron ayer de aquella trágica jornada del 13 de enero de 2008 en que se le perdió la pista a la pequeña Mari Luz Cortés después de salir a comprar chucherías al quiosco de la avenida de las Flores de El Torrejón. Nadie sabía entonces que la menor, de regreso a casa, se topó en la esquina con Santiago del Valle, condenado por su asesinato.

El padre de la menor, Juan José Cortés, quiso mantener vivo su recuerdo publicando ayer en su perfil de Facebook unas sentidas palabras: “He estado en Londres y no te he podido olvidar, he estado en Chile y tampoco lo he conseguido, Egipto, Israel, Roma, Milán, Nápoles, Florencia, Marruecos, Argentina y mil sitios más, he viajado por medio mundo y por muy lejos que busque el consuelo, jamás encontraré el lugar para despojarme de tanto dolor”.

En paralelo, asegura Cortés, intenta “conservar en el recuerdo tanto amor y tanta felicidad por una hija que vino a mi vida caída del cielo como un regalo de Dios, endulza como miel en mis labios, pero no deja de ser amargo en mis entrañas sabiendo que no la volveré a ver”.

Recuerda que un día como ayer, “domingo, frío y triste, se marchó la rosa del huerto más hermoso que jamás nadie pudo imaginar, era más feliz de lo que jamás un hombre pudo desear pero, en esta quimera de huir de la realidad, la verdad que me mata cada día cada segundo de mi vida”. Como cada 13 de enero, “vuelven a sonar las campanas de aquella desgraciada tarde en la que perdí a mi hija para toda la vida. Te quiero... Y siempre te querré aunque el dolor me ahogue y cada día muera por dentro... Tu amor me hace fuerte y sé que algún día te veré”.