Tregua en la crisis política italiana para recordar la tragedia de Génova
● El derrumbamiento de un puente provocó 43 víctimas hace un año ● Está pendiente la moción de censura al primer ministro
Tras varios días de alta tensión política en Italia por la crisis de Gobierno y el jaque del líder de la ultraderechista Liga, el ministro del Interior y vicepresidente del Gobierno, Matteo Salvini, el país vivió ayer una día de tregua para recordar la tragedia del puente Morandi de Génova de hace un año.
La atención estuvo puesta en esta ciudad del noroeste del país, donde se conmemoró a las 43 víctimas que fallecieron cuando hace un año se vino abajo un tramo del puente.
Las autoridades italianas acudieron a la ceremonia, presidida por el jefe del Estado, Sergio Mattarella, que fue recibido entre aplausos y que abrazó a los familiares de las personas que perdieron la vida en el derrumbe.
Y también acudió el Gobierno, que pende de un hilo tras la decisión de Salvini de romper la coalición con el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y presentar una moción de censura al primer ministro, Giuseppe Conte.
La división entre ambas formaciones saltó a la vista: los dos vicepresidentes, Salvini y Luigi Di Maio, líder del Cinco Estrellas, no permanecieron juntos durante el acto, y después el segundo y Conte saludaron por su cuenta a los asistentes.
En su discurso, el primer ministro realizó un llamamiento a la “política seria y responsable”, unas palabras que recordaron los reproches lanzados por el M5S a su hasta ahora socio Salvini, al que acusan de provocar una crisis en pleno verano para aprovechar su supuesto tirón electoral. “El deber de la política seria y responsable es el de tratar de dar respuestas utilizando instrumentos útiles para proteger a la colectividad, por el bien de los ciudadanos”, señaló el primer ministro.
El martes, el Senado votó en contra de celebrar ayer la moción de censura, que ha quedado aplazada, pues Salvini ha acogido la propuesta del M5S de votarla una vez sea aprobada una ley que reduce en 345 escaños el Parlamento, algo previsto para el 22 de agosto.
Sin embargo, el ministro del Interior volvió ayer a dar otro bandazo y en plena conmemoración de la tragedia de Génova expresó su deseo de retirar la confianza a Conte durante el discurso que ofrecerá en el Senado el día 20 de agosto.