Portugal amenaza con prisión a los transportistas rebeldes
El Gobierno portugués confirmó que los transportistas en huelga no están acatando la intervención legal del paro, que les obliga a trabajar, y les avisó de que se enfrentan incluso a penas de prisión.
El ministro de Ambiente, João Pedro Matos Fernandes, afirmó que la requisición civil, nombre jurídico de la intervención del paro, no se estaba cumpliendo en Faro. La situación fue calificada de “grave” por el ministro, quien precisó que los militares tuvieron que hacerse cargo del transporte de combustible desde Loulé a su aeropuerto, una tarea que estaban obligados a hacer por ley los transportistas.
Los militares han tenido que realizar transportes asignados a los huelguistas
Faro era uno de los lugares donde el Gobierno portugués había decretado la requisición civil, un instrumento extremo que no sólo moviliza a los militares para garantizar el suministro sino que obliga a trabajar a los huelguistas para el abastecimiento esencial.
La decisión de intervenir la huelga generó un malestar entre los transportistas que estalló ayer, cuando el portavoz del sindicato que les aglutina, Pedro Pardal Henriques, advirtió de que los trabajadores no acatarían esa obligación legal de ir a trabajar. “Si un conductor va a ser apresado, entonces el señor ministro tiene que traer varios autobuses para llevar también a los 800 transportistas del país”, agregó Pardal Henriques.