Salvini impide que la UE reparta a los inmigrantes del ‘Open Arms’
● El ministro del Interior italiano no lo deja atracar
La salud física y psicológica de los 134 migrantes que permanecen a bordo del Open Arms frente a la isla de Lampedusa empeora con el paso de las horas, mientras el Gobierno italiano se niega a autorizar su desembarco. “Amenazas de suicidio. Conatos de violencia. Todas las personas están física y psicológicamente rotas. Al límite. Necesitan ser evacuadas de forma inmediata”, asegura la ONG española.
La embarcación lleva desde el 1 de agosto en el Mediterráneo esperando un puerto y desde el 14 de agosto está en aguas italianas, pero sin poder acercarse a tierra, pues el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, se niega. La ONG denunció que “las condiciones psicofísicas de adultos y menores son críticas y su seguridad es muy preocupante”, como constató un psicólogo de la ONG Emergency, que subió a bordo y comprobó la delicada situación. Tras conversar con las personas salvadas, el psicólogo refirió que han sufrido abusos, torturas y violaciones de sus derechos humanos, y que actualmente se encuentran en “condiciones de extrema vulnerabilidad, tanto física como psicológica, agravadas por la incertidumbre y el estrés que están viviendo”.
La mayoría tienen problemas como ansiedad y depresión, pero también tensión muscular, insomnio, cansancio, estado de preocupación constante e incluso pensamientos de autolesión, expone el psicólogo.
Los responsables de Open Arms en Italia explicaron que la situación a bordo es difícil de gestionar y reclamaron el desembarco inmediato en Lampedusa “antes de que se añadan nuevos dramas a los ya vividos. Pero los llamamientos no fueron escuchados por las autoridades italianas, que siguen negándoles pisar tierra.
La autorización para llegar a un puerto depende de Salvini, quien está inmerso en una crisis política que él mismo ha desatado en el país y que está utilizando el discurso antiinmigratorio para aumentar sus simpatías.
En las últimas horas, el Open Arms solicitó a Italia la evacuación de 13 personas, al menos cinco por causas psicológicas, que fueron examinadas por el responsable del poliambulatorio de Lampedusa, Francesco Cascio, quien refirió que están bien y sólo uno tenía una otitis. Este resultado sirvió a Salvini para atacar a la organización humanitaria y decir una vez más que en las dos semanas que lleva solicitando un puerto podría haber “ido y vuelto tres veces a España”. “Nos encontramos frente a la enésima tomadura de pelo de Open Arms, que durante días ha vagado en el Mediterráneo con el objetivo de rescatar al mayor número de personas posible para llevarlas sólo a Italia”, dijo. La Fiscalía de Agrigento abrió una investigación por secuestro de personas, que por ahora no va dirigida contra nadie en concreto.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, pidió a las autoridades italianas el desembarco inmediato de los migrantes. De momento, seis países de la UE (España, Alemania, Francia, Luxemburgo, Portugal y Rumanía) ya se han ofrecido para acoger a una parte de los rescatados, aunque no podrán hacerlo, según informó ayer Bruselas, hasta que no sean desembarcados en tierra firme.