Cómo prevenir la infección
● El conntagio es más perjudicial en el colectivo de la tercera edad y en las embarazadas
Tras la alerta de la Junta de Andalucía por la listeriosis, surgen preguntas sobre esta infección: ¿Qué es la listeriosis?, ¿cómo se contagia?, ¿cómo se trata?, ¿todos tenemos riesgo de contagio?, ¿sólo afecta a productos cárnicos?
Vayamos por partes. La listeriosis es una infección grave causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria listeria monocytogenes. El contagio afecta principalmente a mujeres embarazadas, recién nacidos, a la tercera edad y a personas inmunitariamente debilitados. Es poco común que otros grupos se enfermen por listeriosis.
En las embarazadas, su afección es leve. No así en el feto o en los recién nacidos, a los que llega a causar enfermedades graves. En los adultos de más de 65 años y las personas con bajas defensas, la infección provoca problemas severos en el torrente sanguíneo y el cerebro, incluso hasta se dan casos de meningitis.
La listeriosis afecta también a otras partes del cuerpo, entre ellas los huesos, las articulaciones, el pecho y el abdomen. En determinados casos desemboca en una enfermedad mortal.
Respecto a los síntomas, éstos son muy diversos, según la persona o la parte del cuerpo afectada. La listeria causa fiebre, diarrea, rigidez del cuello, pérdida del equilibrio y convulsiones. Las embarazadas presentan fiebre y otros síntomas similares a los de la gripe, como fatiga y dolores musculares. Sin embargo, la infección durante el embarazo puede causar aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro o infecciones potencialmente mortales en el recién nacido.
¿CUÁNDO SE SIENTE?
Las personas con listeriosis invasiva generalmente reportan síntomas entre una y cuatro semanas después de haber comido alimentos contaminados. Algunos infectados han reportado síntomas hasta 70 días después de la exposición. También es posible que se presenten síntomas el mismo día en que se ingieren los productos infectados.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
La listeriosis generalmente se diagnostica cuando en un cultivo bacteriano crece la listeria monocytogenes a partir de un tejido o líquido del cuerpo, como sangre, el líquido cefalorraquídeo o la placenta.
La infección se trata con antibióticos. Puede llegar a ser mortal si no se detecta a tiempo, especialmente en los colectivos vulnerables mencionados.
NO SÓLO ESTÁ EN LA CARNE
La listeria puede encontrarse en el suelo, el agua y las heces de los animales. Podemos contagiarnos con vegetales crudos que provienen del suelo contaminado o del estiércol infectado usado como fertilizante y en la carne de animal que contenga la bacteria. También a través de la leche no pasteurizada o víveres elaborados con este ingrediente. De igual modo, la bacteria puede estar presente en alimentos procesados, como quesos blandos, perritos calientes y fiambres que se han infectado después del procesamiento.
PREVENCIÓN Y PRECAUCIONES
Para prevenir la infección por listeria, la clínica Mayo Clinic ofrece varias pautas de seguridad alimentaria. Lo primero de todo es la higiene. Hay que lavar muy bien las manos con agua tibia y jabón antes y después de manipular o preparar alimentos. Después de cocinar, debe usarse agua caliente y jabón para lavar los utensilios así como las tablas para cortar y otras superficies de preparación de alimentos, como las encimeras de las cocinas.
Deben fregarse las frutas y los vegetales crudos. Éstos últimos han de fregarse con un cepillo de fregar o con uno específico bajo mucha agua a presión.