Una acogida más que especial
Flores y luces en honor a la Virgen del Valle Los vecinos adornan los balcones para ver a la Patrona
Uno de los momentos más emotivos fue la llegada a la calle que lleva su nombre
La Palma se postró a las plantas de su patrona otro año más. Puntual a su cita, la Virgen del Valle Coronada cruzaba el dintel de la puerta de la Iglesia Parroquial a la una de la madrugada, cumpliendo así con el voto perpetuo. Cabe recordar que fue el 15 de agosto de 1855 cuando se promulgó el Primer Voto, acordado por el Cabildo Civil de la villa y el Cabildo Eclesiástico, de Salida a la Santísima Virgen, a la que el pueblo imploró como Divina Protectora, después de realizar la erradicación milagrosa de la enfermedad que acechaba a la población en esos tiempos a su paso. Desde entonces, La Palma es fiel a este voto cada quince de agosto.
“Esta noche no duerme La Palma, porque toda ella se abre como f lor, y entre vivas, pólvoras y luces, la Virgen reluce con gran resplandor”, cantaba el coro de campanilleros una de sus tradicionales coplas, que desde mediados del siglo XX acompaña a la Virgen en esta noche agosteña.
Y entre el gentío congregado en la Plaza de España, la Virgen del Valle comenzó su caminar por las calles céntricas de la localidad. Una imagen tallada por Sebastián Santos en 1936. A su paso por la calle Real, turno para derramar su gracia por la ermita del Valle y por la Iglesia de San Sebastián, donde esperó una representación de las distintas hermandades del pueblo que allí tienen sede.
Acompañando a la patrona estuvo el equipo de gobierno, encabezado por Manuel García Félix, alcalde de la localidad.
Uno de los momentos más emotivos fue la llegada de la Virgen a la calle que lleva su nombre, donde se obró el milagro, calle Virgen del Valle. Allí se sintió el fervor que los propios vecinos le tienen a su madre. Los sones musicales estuvieron a cargo de la Banda de Música Virgen de Las Mercedes de Bollullos par del Condado.
Expectación en los vecinos de La Palma, puertas abiertas y balcones adornados para recibir el divino consuelo de su madre, una madre que despertó corazones en esta larga madrugada de devoción y celebración.