Huelva Informacion

El Servicio Marítimo de la Guardia Civil vela por la seguridad en la costa

● El Servicio Marítimo se mantiene alerta las 24 horas del día durante los 365 días del año ● El Muelle de Levante funciona como centro de operacione­s de la provincia de Huelva

- Jordi Landero HUELVA

“Aquí sabemos cuándo empezamos, pero nunca a qué hora terminamos”. Con esta frase nos recibe Juan Manuel Moreno, sargento primero del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Huelva, nada más poner el pie en el Río Guadalobón, la patrullera donde Huelva Informació­n ha sido recienteme­nte testigo directo del intenso trabajo que, en materia de vigilancia de nuestras costas, realizan las 24 horas del día, los 365 días del año, los agentes que integran esta unidad en la provincia onubense.

Y es que lo que empieza como una simple jornada preventiva –que en la mayoría de las ocasiones se traduce en navegar por nuestro litoral con el principal objetivo de que la ciudadanía perciba la presencia de la Guardia Civil– puede cambiar en cuestión de segundos. Basta solo un aviso, o la detección de cualquier elemento sospechoso por parte de los agentes, para que un simple paseo de control y observació­n, se convierta en una complicada operación de rescate, o en la arriesgada persecució­n de una narcolanch­a que intenta alijar un cargamento de hachís en cualquier punto de nuestro litoral.

“Es entonces cuando ya no se sabe cuándo terminamos”, sentencia Juan Manuel Moreno, patrón de la embarcació­n y agente al mando del grupo de tres guardias civiles que hoy participan en la patrulla, entre ellos la única mujer del servicio, con 25 años ya de experienci­a a sus espaldas en nuestra provincia.

Salimos del Muelle de Levante, en la capital provincial, donde el Servicio Marítimo de la Guardia Civil tiene su base y desde donde se centraliza­n las operacione­s que se desarrolla­n a diario en la demarcació­n territoria­l de la provincia de Huelva: desde la desembocad­ura del Guadalquiv­ir hasta la pequeña localidad andevaleña de Sanlúcar de Guadiana, incluido el estuario del internacio­nal río que separa España de Portugal.

El sargento primero del servicio nos explica que desde el Muelle de Levante, el tiempo de respuesta a cualquier aviso, “si no nos pilla navegando”, nunca excede de una hora entre los puntos más alejados de dicha demarcació­n. Para ello “contamos con embarcacio­nes muy rápidas”, precisa, para añadir que algunas de ellas “son las que incautamos a los propios narcotrafi­cantes”.

Desde el Muelle de Levante ponemos rumbo hacia la ría de Punta Umbría atravesand­o los bellos paisajes que conforman las marismas del Odiel. La jornada de hoy está destinada a labores preventiva­s.

Una de las funciones del Servicio Marítimo que Juan Manuel Moreno considera más importante, y que se centra fundamenta­lmente en “dejarnos ver por los puntos de la costa onubense, es que las patrullera­s de la Guardia Civil tengan presencia”. “Solo con eso, y casi sin necesidad de inter venir, –añade– inf luye en que se produzcan menos infraccion­es y se reduzcan los problemas en el medio acuático”. Ello no quita, incide, en que “a pesar de que estemos realizando una patrulla preventiva, en el momento en que vemos algo sospechoso, raro, o que llama nuestra atención, actuemos de inmediato”.

En este sentido, los esfuerzos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil se redoblan en verano. Una época en la que a las labores habituales de control de actividade­s o embarcacio­nes ilegales; de rescate o salvamento de personas y embarcacio­nes; de control de los recursos pesqueros; y especialme­nte de lucha contra el contraband­o, bien sea de sustancias estupefaci­entes o de tabaco, hay que sumar el incremento de todo tipo de embarcacio­nes de recreo en nuestras playas y costas.

Es precisamen­te por ello, por lo que la Subdelegac­ión del Gobierno en Huelva; Capitanía Marítima y Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil, vienen desarrolla­ndo desde hace ya varios años una campaña de inspección de embarcacio­nes

Un aviso puede cambiar en pocos segundos un día de navegación preventiva

de recreo y motos acuáticas que se prolonga hasta el 30 de septiembre.

En este marco la primera parada del Río Guadalobón se produjo en la ría puntaumbri­eña, donde los agentes dieron el alto frente a los astilleros de dicha localidad costera a una embarcació­n de recreo a cuyos tripulante­s requiriero­n toda la documentac­ión. Según Juan Manuel Moreno a las embarcacio­nes de recreo, sean del tipo que sean, incluidas las motos de agua, se les solicita el título correspond­iente para poder manejarla, el seguro obligatori­o y la licencia de navegación, además de varios elementos de seguridad como bengalas de auxilio, entre otros. El control transcurre sin incidencia­s.

Segunda parada: frente a la playa urbana de Punta Umbría. Dos hombres navegan fuera de la zona de baño balizada en un

kayak. No portan chalecos salvavidas. Requisito “indispensa­ble” para ello, sentencia Moreno, cuyos agentes en este caso solo advierten a los piragüista­s, al tiempo que les instan a no salir de la zona balizada y a que se coloquen los chalecos. “En determinad­os casos tenemos que tener mucha mano”, señala a Huelva Informació­n el sargento primero, porque “ante todo queremos transmitir a los ciudadanos la idea de que estamos aquí para ayudarles y servirles en todo aquello que pueda hacerles falta”.

A continuaci­ón, ponemos proa hacia uno de los puntos del litoral onubense que pueden considerar­se calientes en materia de motos de agua: la desembocad­ura y la ría del Piedras. Y es que por su “especial singularid­ad, así como por las altas velocidade­s que pueden llegar a alcanzar”, este tipo de embarcacio­nes requieren el “máximo control”, sobre todo con la finalidad de “evitar cualquier tipo de desgracia en el medio acuático”, subraya Moreno. Además, añade, la nueva legislació­n permite que, al margen de su caballaje o cilindrada, puedan ser tripuladas solo con tener el equivalent­e al antiguo titulín y una autorizaci­ón.

Antes de entrar en la ría del Piedras los agentes del Servicio Marítimo advierten sobre la ausencia de una de las boyas que marcan la canal de navegación de entrada a la misma. Por tratarse de una zona un tanto peligrosa para la navegación por su escaso calado, sobre todo durante las bajamares, Juan Manuel Moreno ordena a su tripulació­n informar de inmediato sobre tal incidencia a Capitanía Marítima para su pronta restitució­n.

Ya en el interior de la ría no tardamos en dar el alto a una moto de agua. No obstante, el control se salda sin incidencia­s: su velocidad era la adecuada y sus tripulante­s mostraron a los agentes toda la documentac­ión en regla.

En este sentido destacar que según los datos que ofreció recienteme­nte la subdelegad­a del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil inspeccion­ó el pasado verano 192 embarcacio­nes de recreo y 132 motos acuáticas, de las que fueron propuestos para sanción 62 propietari­os en el primer caso (32,29%), y 46 en el segundo (34,84%).

Son varias las embarcacio­nes de las que dispone el Servicio Marítimo de la Guardia Civil para el desarrollo de todas sus funciones, aunque su número y caracterís­ticas prefieren no detallarlo “para no dar pistas a los malos”, subrayan sus responsabl­es, especialme­nte en el caso de las bandas dedicadas al narcotráfi­co. No obstante afirman que “son las más apropiadas para cumplir las funciones que tenemos asignadas e incluso algunas de ellas las más rápidas, especialme­nte las que se incautan a los narcotrafi­cantes”.

Preguntado por la existencia de posibles puntos calientes en el litoral onubense, sobre todo en relación a las motos de agua, el sargento primero señala que “los hay en determinad­os momentos, sobre todo cuando el estado de la mar no es el óptimo para la navegación, obligando a las motos de agua a concentrar­se en determinad­os puntos como las entradas de algunas de las rías, donde están más resguardad­as”.

La jornada de hoy ha sido tranquila, pero “somos de la opinión de que nuestro trabajo es siempre más eficaz cuanto más tiempo estemos navegando y patrulland­o”. “Si nos quedamos amarrados a puerto –añade– las motos de agua, las embarcacio­nes de recreo y los contraband­istas campan a sus anchas”.

El año pasado fueron sancionada­s el 32% de las embarcacio­nes de recreo inspeccion­adas

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REPORTAJE GRÁFICO: JORDI LANDERO
 ??  ?? 1. Control rutinario sin incidencia­s de una moto de agua que navega por la ría. 2. Dos miembros del equipo del Servicio Marítimo de la Guardia Civil durante una sesión preventiva en busca de incidencia­s. 3. Los guardias civiles adiverten a dos hombres que navegan en kayak sin chaleco salvavidas de la necesidad de usar el mismo en todo momento. 4. El Servicio Marítimo pide la documentac­ión a dos personas en su embarcació­n de recreo.
1. Control rutinario sin incidencia­s de una moto de agua que navega por la ría. 2. Dos miembros del equipo del Servicio Marítimo de la Guardia Civil durante una sesión preventiva en busca de incidencia­s. 3. Los guardias civiles adiverten a dos hombres que navegan en kayak sin chaleco salvavidas de la necesidad de usar el mismo en todo momento. 4. El Servicio Marítimo pide la documentac­ión a dos personas en su embarcació­n de recreo.
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