Huelva Informacion

SALVINI GANA SU PULSO A LA UNIÓN EUROPEA

-

LO que se vive en Italia durante estos días en relación al Open Arms es un pulso entre su ministro del Interior, Matteo Salvini, y la propia oenegé. Con independen­cia de la retórica xenófoba del dirigente populista, hay que apuntar que Italia ha estado rescatando inmigrante­s en el Mediterrán­eo central hasta ayer mismo: 52 personas fueron llevadas hasta la isla de Lampedusa, la misma donde esperaban las 107 personas del Open Arms. También es un pulso a Bruselas, que ya había alcanzado un acuerdo para repartir los inmigrante­s entre varios países. Ante la gravedad de la situación a bordo del barco y tras la negativa de su capitán a navegar hasta Algeciras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció ayer tarde el puerto español más cercano para que atraque y, posteriorm­ente, repartir a los inmigrante­s por los países del acuerdo. Salvini intenta derribar el Gobierno del que es vicepresid­ente para presentars­e después a unas elecciones de las que espera salir con más fuerza y sin necesidad de contar con los actuales aliados de la izquierda populista. De momento, Salvini ha ganado la partida; posiblemen­te, alguien –y en este caso ha sido Pedro Sánchez– tenía que aliviar esta situación humanitari­a. Nada que objetar en este sentido. Pero hay que enmarcar este problema en sus justos términos. Estamos ante una estrategia de un populista que desea hacer de la inmigració­n el asunto central de su campaña. Hasta el mes de julio, España ha recogido a 12.976 inmigrante­s en aguas del Estrecho o en las mismas playas; en Italia, por el contrario, la cifra es mucho menor: 4.890 personas. Italia, por tanto, no tiene en estos momentos un problema mayor que España con la inmigració­n, si bien es cierto que los posibles acuerdos con Libia son más complicado­s que con Marruecos, debido a la guerra civil que tiene roto al país. El propio presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, había autorizado el desembarco y la Fiscalía italiana estaba investigan­do un posible delito de secuestro porque el atraque estaba autorizado por los tribunales italianos. Pedro Sánchez y su Gobierno deben abstenerse de intentar rentabiliz­ar políticame­nte esta acción, que si bien no es censurable, no entraña éxito alguno. El mismo Gobierno ya autorizó el verano pasado dos desembarco­s de oenegés en los puertos de Valencia y de San Roque. Ahora Pedro Sánchez ha tratado de evitar lo que hace un año vendió como una muestra de solidarida­d de su recién llegado Gobierno. Él sabe que ese no es el camino, que España ya hace bastante por los inmigrante­s del Estrecho y que las propias oenegés deben replantear­se algunos de sus objetivos.

España recogió hasta julio 12.976 inmigrante­s en el Estrecho; Italia, 4.890 personas. Su problema no es mayor

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain