La crisis del ‘Open Arms’ enfrenta a España, Italia y la ONG
● Carmen Calvo critica a la organización por rechazar la sugerencia del Gobierno de desembarcar en Malta
La crisis del Open Arms, con 107 personas bloqueadas en el mar desde hace 18 días, ha agudizado la tensión entre los gobiernos de España e Italia y de éstos con la ONG, que sigue viendo inviable la posibilidad de poner rumbo a Baleares un día después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ofreciera por primera vez un puerto –Palma o Mahón– desde que se desencadenó la crisis el 1 de agosto, la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, acusó ayer a Italia de “saltarse las leyes” y contravenir “todas las normas”, por lo que dejó la puerta abierta a denunciar a sus responsables ante el Tribunal Internacional de Derechos del Mar de Hamburgo.
Calvo también dirigió sus críticas a la ONG, sugiriendo que tuvo la oportunidad de atracar en Malta después de que el Gobierno estuviera trabajando “todo el tiempo” en esta alternativa y, sin embargo, no lo hizo. “Pudo haber entrado en Malta. Esa solución estaba ahí”, pero el buque “insistió en ir a Italia”, puntualizó Calvo, quien considera que la actuación del Gobierno español ha sido “ejemplar” porque ha ofrecido “todo tipo de salidas”. “¿Qué más podemos hacer?”, se preguntó.
No obstante, la ONG se mostró abierta a aceptar la última oferta del Gobierno de ir a Palma o Mahón si Italia y España “ponen los medios necesarios” para garantizar la seguridad y el éxito. Lo hacía en un comunicado en el que señalaba que “después de 18 días de estancamiento, Italia y España parecen haber finalmente llegado a un acuerdo, identificando Mallorca como puerto de desembarco. Una decisión que nos parece completamente incomprensible”, señalaba el texto.
Poco después, fuentes de la Moncloa negaban tajantemente la existencia de un acuerdo con el país transalpino “al que alude de manera confusa la propia ONG” y aseguraban que “lo único cierto es que el Gobierno ha ofrecido al Open Arms poder dirigirse al puerto español que esté más próximo en su ruta y que el Ejecutivo italiano está incumpliendo la ley al impedir el desembarco”.
Especialmente dura con los responsables italianos ha sido la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien ha acusado al titular de Interior de ese país, Matteo Salvini, de haber hecho fracasar la operación Sophia en el mar Mediterráneo por sus políticas “xenófobas” y su actitud “inconcebible” con este barco.
Robles ha descartado la continuidad de esta operación militar que actúa desde 2015 en el Mediterráneo para controlar el tráfico de personas tras ponerse en contacto por videoconferencia con 22 tropas españolas que trabajan en misiones de paz en el extranjero, entre ellas la propia Sophia.
Mientras, Salvini se volvía a preguntar en sus redes “¿Por qué el Open Arms no va a España? En 18 días iban y venían de Ibiza y Formentera tres veces, para ellos ésta es una batalla política”.
Y, entre ambos, el director y fundador de Proactiva Open Arms, que en Twitter ha dejado el siguiente mensaje: “Podemos rescatar y atender a 163 personas a bordo durante 2 semanas, podemos defender sus derechos ante las instituciones pertinentes, podemos soportar el ataque mediático de dos gobiernos y de su propaganda populista, pero sólo somos una ONG agotando nuestros limitados recursos”.