Huelva Informacion

“Hay un machismo que defiende que las tías no hacen gracia”

- Carlos Rocha

–¿Cómo le explica uno a su abuela que es influencer? –A mi yaya le encanta lo que hago porque ella me ve en los vídeos, aunque dice que hablo muy rápido y que no entiende nada. Le explico que subo vídeos a internet y hay mucha gente que me ve. Que es como una televisión, pero dentro de internet, y que además de eso hablo en la radio. Que escriba un libro lo entiende mejor. ¡Cómo lleva toda la vida viéndolo!, dice. “Ah, vale, vale, aquí has escrito”. Le explico que creo contenido para algo parecido a la televisión. –¿Y a alguien que dice que lo de ser influencer es una tontería?

–El trabajo es parecido al de edición de sonido o edición de vídeos. A esa persona le preguntarí­a si ve Masterchef. Todos los miércoles hay alguien que lo ha grabado, que ha puesto los micrófonos, que le ha dedicado 400.000 horas a editar en un estudio. Eso sí es un trabajo, pues el de youtuber igual. Un youtuber se pasa la mitad del tiempo editando sus vídeos y haciendo guión, grabándolo y demás. Es fácil. Hay gente que lo ignora y puede pensar que es una tontería, sobre todo con Instagram, ¿no? Hay mucha gente que sube fotos y piensa “joder, macho, yo subiendo una foto ganaría dinero”. Me parece una ref lexión muy básica para todo el trabajo que tiene detrás.

–¿Y eso cómo cotiza?

–En Youtube, como en la televisión, te meten anuncios y tú cobras de eso, pero no se gana mucho. Youtube se lleva un porcentaje, tú otro. Quien vive de las redes sociales vive de promocione­s o de eventos. Si se dedica a videojuego­s, irá a eventos de videojuego­s a jugarlos o comentarlo­s. Quien se dedique a belleza hará eventos o grabará vídeos promociona­dos por una marca.

–¿Cuándo se dio cuenta de que podías vivir de esto? –Empecé en Vine, que era una aplicación maravillos­a de vídeos de seis segundos de humor. No cobraba nada porque acababa de empezar, pero cuando pasó año y medio me metí en Youtube. Entonces las marcas empezaron a invertir en publicidad en youtubers. Sería 2015 cuando empecé a vivir un poquito de esto. Estudiaba fotografía y hubo un punto en el que dije: “Creo que puedo dejar de hacer books a chicas de 16 años para hacer esto”.

–¿Y tiene fecha de caducidad lo de ser influencer? –Tiene fecha de caducidad porque van saliendo cosas nuevas, pero es una cuestión de adaptarse. Sigo a muchos youtubers que tienen más de 40 años. De hecho, hay un tío maravillos­o que se llama Friki Doctor, que habla de Juego de Tronos, análisis, spoilers... Es un tío que tiene su carrera, es cirujano, trabaja en El Hormiguero haciendo guiones y, además, es youtuber y le va genial. Si sigo teniendo esa pasión con 50 años, me encantaría continuar dedicándom­e a esto. Lo que no sé es si existirá Youtube, pero a lo que esté, intentaré adaptarme. –¿Cómo lleva eso de tener haters?

–Hay días mejores y días peores. Depende de cómo estés anímicamen­te. Soy más bien de las que le importa poco. Sé dónde está la vida real y las opiniones que me importan son las de gente de mi alrededor. Opino mucho sobre series y la gente se me echaba encima porque no me gustó el final de Juego de Tronos. ¡Imagínate que a mí eso me afectase! Qué tontería más grande. Si no estás de acuerdo, ¿qué le vamos a hacer?

–¿Conoce casos de compañeros que se hayan visto realmente afectados? –Hay una chica que se lla

El ‘youtuber’ se pasa la mitad del tiempo editando sus vídeos, haciendo guión, grabándolo y demás”

ma Lovelypepa, Alexandra Pereira, que contó que llevaba ocho años siendo acosada en un foro. Que la criticaban día tras día por su ropa, su cara, su estilo de vida... ¿Cómo no le va a afectar? Encontré una vez un foro donde criticaban mi cuerpo y mi cara. Que si en las fotos salía de una forma y luego tenía otro aspecto. Lo llego a leer un año antes, que estaba un poco jodida porque estaba con el autoestima mucho más baja, y lo mismo me destroza. –Antes de las elecciones hizo un comentario sobre

Santiago Abascal que se viralizó. ¿Cree que los youtubers deben implicarse en política?

–Me parece bien la implicació­n de cualquiera que tenga una ventana para que anime a votar. Es importante decir que es necesario leer los programas electorale­s porque tu vida se va a ver afectada por lo que pase en elecciones.

–¿Hay machismo en su entorno laboral? –Muchísimo. Claro, en todas partes. Me dedico al humor y al entretenim­iento. Es más difícil porque hay

pocas mujeres haciéndolo. Es muy complicado que los hombres heterosexu­ales nos vean a las chicas haciendo humor. Hay un machismo que defiende que las tías no hacen gracia. No sé qué tipo de humor creen que hacemos las tías. Sin embargo, las mujeres sí consumimos todo tipo de humor. Parece que los hombres no lo consumen y eso es una mierda, porque todos hacemos gracia. Si te metes en tendencias de Youtube, hasta que te salga una chica tendrás que bajar un montón de vídeos.

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