Huelva Informacion

“La Cinta es en lo que en verdad nos sentimos unidos todos los onubenses”

● “El santuario es un ir y venir de cientos de personas a diario que acuden a dar gracias a la Patrona” ● “Estamos muy ilusionado­s por las obras del mirador, le darán un gran esplendor a La Cinta”

- BIENVENIDO GONZÁLEZ ROLDÁN. HERMANO MAYOR DE LA HERMANDAD DE LA CINTA

EL santuario de la Virgen de la Cinta es el lugar más querido por los onubenses por su arraigo a la devoción patronal y, además, es uno de los dos monumentos más visitados de Huelva.

–Ha pasado en La Cinta de presidente a hermano mayor.

–Dos cargos distintos pero una misma manera de trabajar por la devoción, que es la obligación de todo el que tiene un cargo de responsabi­lidad en La Cinta. La devoción durante todo el año y especialme­nte, por supuesto, en su fiesta de septiembre.

–¿Cómo se encuentra en el nuevo cargo?

–Una vez oída la opinión de la hermandad –que apoyó mayoritari­amente la gestión de estos cuatro años– he salido elegido hermano mayor y el señor obispo nos confirmó en el cargo. Se ve que uno tiene el respaldo de la mayoría de los hermanos, que te carga de razones algunas veces para actuar .

–¿Distinto a presidir la gestora? –La junta gestora está para solucionar los problemas puntuales y un hermano mayor, con su junta de gobierno, está para llevar a la hermandad hacia adelante con un proyecto ilusionant­e. No es solo seguir la vida de la hermandad, es mucho más que eso. –¿Qué valora de los cuatro años? –Lo valoran los hermanos y las personas que se acercan a felicitarn­os. Este grupo de hermanos cinteros que estuvimos al frente de la hermandad trabajamos de una forma muy cohesionad­a y a la vez cada uno en la parcela que le correspond­ía, obteniendo resultados que creo han sido excelentes, según dicen las personas que han valorado nuestro trabajo. –La respuesta en las urnas fue de un contundent­e respaldo. –Ese 75% de los hermanos que votaron –que fueron muchos– de alguna forma creo que viene a decir que no lo hicimos tan mal desde la gestora, cuando hemos contado con ese apoyo masivo. –¿Se siente satisfecho?

–Sí, por supuesto, porque no pasa nada porque hubiera dos candidatur­as. Desde el principio dijimos que nos hubiera gustado una, se intentó que fueran de las dos candidatur­as cuando se suspendier­on hacía cinco años, reforzada con hermanos nuevos y el núcleo también ha sido el de la gestora, que tan buen resultado ha dado en la vida de la hermandad. –¿Qué objetivos hay para el nuevo tiempo que ahora se abre? –La meta de estos cuatro años, de los cuatro que vengan, es siempre hacer una hermandad fuerte, numerosa, la que se merece y nece

sita la Virgen de la Cinta. Es una pena que el número de hermanos sea ridículo. Para hacernos una idea, en la Huelva de los sesenta, con sesenta mil habitantes, tenía casi 6.000 hermanos, o sea que no había casa de Huelva que no fuera de la hermandad. El cariño a la Virgen no se demuestra estando inscrito en ningún registro ni en ningún libro, pero lo que sí es verdad que tu compromiso con la hermandad se define estando ahí durante el año, ayudando con la presencia y económicam­ente, que la cuota es solo de dos euros al mes. En todo momento el objetivo primordial es aumentar el culto a la Santísima Virgen. –El santuario es un lugar de peregrinac­ión.

–Debe ser el centro, el corazón, porque, además, en algo en lo que en verdad nos sentimos unidos los onubenses es en la devoción y el cariño a la Virgen de la Cinta. La presencia del santuario y de la Virgen en todos los hogares onubenses no se debe quedar en la bajada o la subida masiva. El santuario –que, por cierto, es el segundo monumento más visitado de la ciudad con 40.000 personas– debe ser eso. Y no solo de manera individual, porque eso hay que vivirlo allí cada día, los cientos de onubenses que van a diario, sino a nivel de institucio­nes, de hermandade­s, colegios... organizar, como en el Año Santo Cintero, que todo empiece y todo acabe en el santuario. Esa debe ser una de las principale­s preocupaci­ones. –Pronto se iniciarán las obras del mirador. –Según nos comenta el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, se espera que se inicie una vez que la Virgen llegue al santuario tras la jornada de hoy. Quiero repetir en este día tan importante que estas obras del entorno del santuario –no del santuario, que, como todos saben, es un BIC y tiene otro tratamient­o–, son unas obras ilusionant­es, le darán un gran esplendor. Por desgracia con el tiempo creció esa barrera arbórea de eucaliptos que no deja verlo, todo eso hay que organizarl­o de una forma que la jardinería ayude a engrandece­r y a remarcar más el santuario de la Patrona. Antes por la carretera de Gibraleón o por el puente se veía el santuario y nos daba tiempo de acordarnos de la Virgen.

–¿Qué obra tiene pendiente el santuario? –Es algo que se está solucionan­do en todos los edificios y nosotros no podemos permitir que hermanos nuestros discapacit­ados no puedan entrar en el santuario, aunque tenemos de forma provisiona­l una rampa pero esa no es la solución. Se buscará con los arquitecto­s municipale­s, con el arquitecto conservado­r del santuario, la forma para que esos hermanos puedan entrar sin necesidad de ayuda. Es una asignatura pendiente y aprovechar­emos las obras para también solucionar­lo. –Ésta ha sido una novena especial con la presencia del obispo. –La verdad es que resultó muy emotiva, en la que el señor obispo con unas homilías cortitas pero condensada­s nos ha ido acercando en lo humano a los atributos de la Virgen. Nos habló de la granada que lleva en la mano, símbolo de la perfección de las virtudes de la Virgen y de la Iglesia, de esa cinta que lleva y del resplandor que acerca a que es Hija de Dios. Nos presentó a ese niño desnudo con zapatitos, que tanto le gusta al señor obispo. Partiendo de esas cosas humanas de la iconografí­a de la Virgen, nos ha ido metiendo en una novena cargada de devoción y de espiritual­idad hacia la Patrona. La novena también ha sido un éxito su seguimient­o en directo por el Facebook de la hermandad.

–La procesión solemne también se ha consolidad­o.

–Gracias a la participac­ión de las hermandade­s, con su compostura y lucimiento a la hora de participac­ión, así como las autoridade­s e institucio­nes, se ha conseguido que la Virgen de la Cinta se pasee con solemnidad por el centro de la ciudad sin perder esa masiva af luencia de onubenses cinteros, sin embargo tiene una procesión que también merecía. No solo era tener dos traslados masivos, sino una procesión solemne en el centro de la ciudad.

A los jóvenes les pido que se acuerden de la Virgen, no solo en las procesione­s, sino en sus exámenes, en su vida laboral”

El contundent­e apoyo de los hermanos reafirma que no se hizo tan mal desde la junta gestora”

–Mucha gente en traslados y procesione­s, ¿pero qué compromiso debe tener Huelva con su Patrona?

–Sigo pidiéndole que la tenga en el lugar preferente de sus vidas y que ese amor se siga trasmitien­do a hijos y nietos. Que cada cosa que nos ocurra acudamos a Ella, el nacimiento de un hijo, algo importante en tu casa, la recuperaci­ón de una enfermedad grave o algo festivo como el estreno de un coche, siempre nos acerquemos a la Cinta. Un comentario recordando a aquellos que se casaban en sus parroquias y siempre venían al santuario a llevarle el ramo de f lores, ahora les pido que sigan haciéndolo. Aquí mejor una foto que en el Muelle de Rio Tinto. –¿Qué le diría a la juventud? –Que siga mirando a María, que es ejemplo de joven. Que no quede todo en la subida y la bajada. Que se acuerden de Ella en sus exámenes, en su vida de estudiante­s, en la laboral; siempre fue así y eso pedimos a la gente joven. –¿Cómo se mantiene el santuario abierto?

–Para ser el segundo más visitado y el primero en el corazón de todos los onubenses, recibe, por desgracia, poquísimas ayudas. Ahora con las Fiestas de la Cinta solo tenemos una pequeña aportación desde el Ayuntamien­to, como podría recibirla cualquier hermandad de Semana Santa. La verdad que mantener un BIC vale mucho dinero, lo mismo que los jardines abiertos a Huelva también. Tenemos muy pocas ayudas para la importanci­a que tiene el santuario en el corazón de los onubenses. Cuando llega la feria hay que decir que todo esto se hace porque es la fiesta de la Virgen y sale en procesión. –¿Qué obra social se realiza? –Colaboramo­s con Cáritas y en las colectas de los primeros domingos de mes. Además, tenemos un proyecto muy bonito que nos acerca a nuestros orígenes de la devoción del zapatero que encargó pintar a la Virgen, y el Niño se muestra desnudo con zapatos, por los que él regalaba. Queremos poner en marcha un banco de zapatitos de la Virgen, para que ahora que empieza el curso escolar nadie se quede en Huelva sin unos zapatos para ir a la escuela o unas zapatillas para hacer deporte. –La Virgen está presente en Madrid. ¿Cómo se vive la devoción? –Ahora se ha renovado con nueva junta directiva. Es muy bonito ese culto que celebran en la iglesia de Santa Cruz todos los días 8 de mes, para los de Huelva que están en Madrid es un punto de encuentro.

–¿Y la Hermandad de Sevilla, en qué situación se encuentra? –Funcionó muy bien en San Roque, pero por desgracia fue con el tiempo languideci­endo. El altar lo sigue manteniend­o la parroquia y nos da mucha alegría verlo con flores frescas. Hacemos una llamada para que hermanos de la Virgen y onubenses que vivan en Sevilla sean capaces de volver a revitaliza­r esa hermandad filial. –¿Cómo se vive hoy el día de la Patrona?

–Se empieza con la misa que instituyó en 1762 el indiano Francisco Martín Olivares, que es el inicio de la antigua procesión, con una misa a la Virgen de Guadalupe, a las 10:00, en la que también quieren participar los mexicanos que están en Huelva. En la catedral es la función principal de instituto, a las 12:00 y, por supuesto, desde las 19:00 un día muy grande con su traslado, hasta que la Virgen Chiquita de la Cinta –la Virgen Chiquita no es ninguna advocación, es una imagen de la Virgen que está en el muro–, llega al santuario. Es el verdadero encuentro con la Virgen del muro que es nuestra Patrona y nos espera, como lo hace todos los días del año y que no es menos el día 8 que nos recibe. –La llegada a los barrios es entrañable.

–Hace tres años el párroco de la Navidad, Manuel Salazar, nos dijo: “Mi barrio necesita que la Virgen entre”. Y allí estuvo Ella y en un barrio humilde se vivió uno de los momentos más inenarrabl­es. Una mujer, sin saber escribir, le dedicó a la Virgen de la Cinta unos hermosos versos, con vivas al Niño de las sandalias. Ese viva se ha convertido hoy en un lema en la hermandad. Esta visita ya es una parada obligada en el traslado de la Virgen a El Conquero. –La Fiesta de la Cinta en el calendario es inicio de curso. –Nosotros, nada más llegar, estamos preparando la misa aniversari­o de la coronación, que es como iniciar de nuevo. El santuario también recibe muchas visitas ahora en esa apertura, como la del Recreativo, las niñas del Sporting o los árbitros, y el Colegio Salesiano celebra aquí su misa de apertura del curso. Esa es la vida de la hermandad, eso es, de verdad, la vida del santuario todos los días, y es eso por lo que tenemos que luchar.

–Es la vuelta al cole y el santuario también tuvo su escuela. –Nuestro gran hermano mayor, don Manuel Siurot, fue un adelantado de la formación íntegra de las personas, desde el punto de vista cristiano. Una obra suya fue la pequeña escuelita en el santuario; una señora muy mayor me recordaba que había estado en este colegio.

–¿Y ahora cómo es la formación? –Pondremos en marcha una cátedra desde la que se impartirá formación a los hermanos. No podemos olvidar que tenemos dos figuras memorables, como fueron San Manuel González, rector del santuario y hoy santo en los altares, y don Manuel Siurot. Como el Obispado tiene una cátedra dedicada a don Manuel Siurot, nosotros la hemos bautizado con el nombre de San Manuel González.

–¿Qué le parece el proceso de beatificac­ión de Manuel Siurot? –Una maravilla, una gracia de Dios. A don Manuel en vida se le tenía que era un santito: dejar su posición social por matrimonio, familia, profesiona­l, por los niños pobres... Creo que en esta época, en la que se habla mucho y se hace poco, se le tenía que valorar de una forma muy especial y muy distinta de la que algunos lo hacen. Nosotros, como hermano mayor que fue nuestro y como hombre de Huelva y devoto de La Cinta –él tiene una frase muy especial, en la que dice que era la devoción más limpia de su corazón–, luchará para que su nombre esté donde le correspond­e, como pedagogo y cristiano.

Queremos poner en marcha un banco de zapatos, como tiene el Niño de la Virgen, para ofrecerlo a quienes los necesite”

Mantener el santuario y sus jardines abiertos cuesta mucho y recibimos muy pocas ayudas económicas”

El proceso de beatificac­ión de don Manuel Siurot es una maravilla, La Cinta siempre estará para honrar su nombre”

Vamos a iniciar un cátedra de formación para los hermanos que llevará el nombre de nuestro rector San Manuel González”

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FOTOS: ALBERTO DOMÍNGUEZ

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