El brote de listeriosis da una tregua, pero se recrudece la bronca política
La ministra de Sanidad confirma que no hay casos de personas que hayan enfermado por consumir productos de Sabores de Paterna Moreno insiste en una revisión de las competencias
El brote de listeriosis da una tregua. Los partidos no. En los últimos días la nómina de afectados por el consumo de carne mechada contaminada de la empresa Magrudis no ha engordado. La bronca política sí. Las lecturas que se hacen de la crisis son muy distintas. Hay un guión en el Gobierno, el oficial, y otros que discrepan abiertamente de él, desde los grupos de la oposición a organizaciones y colectivos de usuarios de la sanidad pública y de pacientes.
Los dos últimos días no se han registrado más afectados. Se mantiene la lista de 210 en Andalucía, con 52 ingresados, 23 de ellos embarazadas. Tres permanecen en Cuidados Intensivos. La Consejería de Salud y Familias considera que el brote está en periodo de “remisión”. No obstante, el nivel vigilancia sigue siendo máximo porque no se da por concluido. Las autoridades sanitarias esperan más casos de infectados hasta finales de octubre.
El portavoz del gabinete técnico, José Miguel Cisneros, no deja de hacer hincapié en que “la ampliación del tratamiento a embarazadas asintomáticas que hubieran comido el alimento contaminado está realizándose a buen ritmo gracias al esfuerzo extraordinario que están haciendo todos los médicos de familia, los ginecólogos y las matronas”, y subraya, en este sentido, la “respuesta ejemplar de los profesionales y de las mujeres embarazadas ante una intervención de esta magnitud”.
La otra cara de la crisis la ponen los grupos de la oposición al Gobierno PP-Ciudadanos. PSOE e IU volvieron a arremeter una jornada más contra la gestión del departamento que dirige Jesús Aguirre, a quien exigen su dimisión o el cese inmediato. Su gestión está siendo, para los socialistas, “nefasta”, y para la coalición de izquierdas, “infame”. No sale mejor parado el presidente del Ejecutivo, Juanma Moreno, a quien poco menos que consideran un fugado, alguien que, sencillamente, se ha quitado de en medio con esta crisis sanitaria que se apunta en su cuenta más negra tres fallecimientos.
Precisamente ayer, Moreno abogó por “repensar”, una vez que se supere definitivamente el brote de listeriosis, las competencias en salud pública del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, porque “en una crisis no puede haber tres jefes”. Moreno recalcó que los temas de salud pública son “muy sensibles” y volvió a mostrarse convencido en lo que siempre ha creído: que deben ser competencia del Estado.
El jefe del Ejecutivo autonómico incidió en la necesidad de que haya un único centro de mando, coordinación y planificación y advirtió de que el brote de las últimas semanas no será el último, por lo que será necesario mejorar la coordinación. En este sentido, anunció su intención de mantener conversaciones con los ayuntamientos de Sevilla, Málaga y Granada, que también tienen competencias al respecto, para ver como las reparten. Para Moreno, como ya ha dicho en repetidas ocasiones desde que se detectó esta crisis, lo mejor sería integrar las competencias locales en el SAS.