Marruecos y España comparten 280 patrullas antiinmigración en un lustro
● La Guardia Civil y la Gendarmería Real realizan labores de forma conjunta desde 2004 en Canarias, Algeciras, Motril y Almería
La operación de rescate del pesquero Rua Mar ha sido el último ejemplo palpable de la colaboración que mantienen España y Marruecos en aguas del Estrecho de forma casi continua. En la búsqueda del buque desaparecido a finales del pasado enero participó –junto con los barcos de Salvamento Marítimo, la Armada y la Guardia Civil– una fragata de la Marina Real marroquí. Sin embargo, la mayor parte de la colaboración que mantienen desde hace décadas Madrid y Rabat tiene por objetivo el control de la inmigración ilegal, que lleva más de 30 años provocando un goteo incesante de pateras que llegan a las costas andaluzas desde las vecinas costas magrebíes.
El trabajo conjunto de los servicios de vigilancia marítima de
ambos países condiciona mucho la situación en el Estrecho y en el mar de Alborán. Un ejemplo de esta colaboración son las patrullas conjuntas entre los guardacostas de ambos países, que en los últimos cinco años han realizado 280 incursiones repartidas entre las costas andaluzas y canarias. La iniciativa nació en 2003, según se indica en una respuesta del Gobierno a una solicitud de información realizada por el diputado de EH Bildu Jon Iñárritu en el Congreso. Fue fruto de los acuerdos bilaterales “suscritos entre ambos países en materia de inmigración” en una cumbre celebrada en Marrakech los días 8 y 9 de diciembre de 2003.
En dicho encuentro, el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, ensalzó el “compromiso” personal de Mohammed VI en la lucha contra la inmigración. Se pusieron en marcha entonces estas patrullas conjuntas entre la Guardia Civil y la Gendarmería Real marroquí con un ámbito de actuación limitado entre Canarias y El Aaiún. Así se acordó en la segunda reunión del
Grupo Migratorio Permanente Hispano-Marroquí que se celebró en Marbella en enero de 2004. El principal objetivo de las mismas es la acción disuasoria contra la inmigración y “como factor de refuerzo de la cooperación y del conocimiento mutuo entre el personal” de la Guardia Civil y la Gendarmería Real marroquí, según indica el Gobierno en su respuesta al senador de Bildu, quien también preguntó sin obtener información al respecto, por el número de agentes que han participado en las mismas.
En las posteriores reuniones de este organismo, se optó por ampliar el ámbito, decisión en la que tomaron parte también los Estados Mayores del instituto armado y del servicio marroquí de guardacostas. Fue entonces cuando estas patrullas se extendieron a las costas andaluzas. Entre 2015 y 2019 fueron 280 las salidas realizadas por este contingente mixto desde Algeciras, Almería, Motril y Las Palmas. En este periodo ha sido dispar el despliegue, siendo 2018 el año con más patrullas, con 66, y 2019 el año en el que hubo menos, con sólo 40. En 2017 fueron 61, en 2016, 57 y en 2015, 56. Las diferencias no parecen responder tanto al cambio de Gobierno que se produjo en España con la moción de censura de Pedro Sánchez, sino con el descenso en el f lujo de llegadas a las costas que se registró el pasado año después de que en 2018 España se convirtiera en la principal puerta de entrada a la inmigración en Europa.
Como venían avisando organizaciones no gubernamentales como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), el cierre de las vías oriental (Grecia) y central (Italia) del Mediterráneo tras los acuerdos con Turquía y Libia, provocaría que los flujos de inmigración se trasladasen a España y, por lo tanto, a Andalucía y Canarias, las zonas donde las patrullas mixtas hispanomarroquíes despliegan su labor. La situación cambió después de que el Consejo Europeo acordase con Rabat la llegada de 140 millones de euros para colaborar en el control de las mafias y de la inmigración que provocan.
La situación se modificó en 2019, como constató a principios de este año el director de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), Fabrice Leggeri. Este alto cargo comunitario aseguró en enero que la cooperación con Marruecos redujo “drásticamente” el número de inmigrantes irregulares interceptados en España el pasado año. Las llegadas a España a través de la ruta del Mediterráneo Occidental fueron un 58% inferiores a las del año precedente, con 24.000 migrantes detectados –fundamentalmente, marroquíes y argelinos–, según recogió Efe en la presentación del informe anual de Frontex. Leggeri aseguró que en una reciente visita a Marruecos pudo comprobar que las autoridades marroquíes “se toman muy en serio” la lucha contra la inmigración irregular porque “no quieren que Marruecos sea desestabilizado” por la presencia en su territorio de actividades criminales y de tráfico de personas. “Es una situación en la que todas las partes ganan”, señaló el director de la agencia.