El impacto del desarrollo en los corales es tan devastador como un vertido
El impacto del desarrollo costero en los arrecifes puede ser tan devastador como un vertido de petróleo, reveló un estudio realizado por investigadores del Smithsonian en la costa caribeña de Panamá.
Un equipo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) estudió las consecuencias en la costa de Bahía Las Minas, en el Caribe panameño, de un accidente en una refinería registrado en 1986.
La situación de los arrecifes afectados por el vertido, que se esparció por un área de unos 40 kilómetros cuadrados, fue comparada con la de otros sistemas de corales no contaminados situados a unos 50 kilómetros al este, entre Portobelo e Isla Grande.
“Treinta años después del derrame en Bahía Las Minas, no se encontraron diferencias significativas entre el área cercana a la refinería de petróleo y el área que el equipo original
Un estudio compara las dos situaciones en la costa caribeña de Panamá
mente utilizó para la comparación”, una zona afectada por el desarrollo costero y la deforestación desde mediados de la década de 1990, indicó ayer un informe del Smithsonian.
En ambas áreas, el número y la diversidad de especies había disminuido y el número de colonias juveniles era bajo, es decir, los corales más jóvenes y los organismos asociados no eran suficientes para regenerar las comunidades de coral, precisaron los investigadores.
El derrame de petróleo de Bahía Las Minas en 1986 “ha sido el más grande registrado en hábitats costeros en Panamá”, lo que permitió estudiar cómo los arrecifes de coral en los ecosistemas tropicales se recuperan de la contaminación aguda a través del tiempo.
En los primeros cinco años tras el vertido, hubo una disminución significativa en la cantidad y diversidad de corales, y después de ese lapso, el equipo descubrió que la abundancia y diversidad de la mayoría de los corales duros, algunos corales ramificados y masivos, y los corales de fuego habían disminuido en el área afectada.