EEUU busca su “nueva normalidad”
● Trump ordena la apertura de procesadoras de carne, focos de contagio de Covid-19
Varios territorios de América se concentraron el martes en planear reaperturas y calcular las pérdidas que tendrá la economía en 2020 mientras Estados Unidos pasaba del millón de contagios de Covid-19, un tercio de los más de tres millones de casos confirmados en todo el mundo.
La Universidad Johns Hopkins calcula en su mapa virtual que los casos de coronavirus en América ya superaron los 1,2 millones, con EEUU totalizando 1.010.717 contagios y más de 58.300 fallecidos. Pese a la prueba contundente del devastador impacto de la enfermedad en el país, los gobernadores de algunos estados empezaron a reabrir negocios.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, tenía previsto anunciar ayer el camino a seguir para la “lenta” apertura económica del estado, que reabrirá los parques, marinas y campos de golf.
Frente al aumento de contagios, el mandatario estadounidense, Donald Trump, volvió a negar que su respuesta a la crisis fuera tardía, después de que The Washington Post informara que en enero y febrero más de una docena de los informes de Inteligencia le alertaron del riesgo que la enfermedad representaba para el país.
Trump también firmó ayer un decreto con el objetivo de mantener el suministro de alimentos que obliga a plantas procesadoras de carne a seguir abiertas pese a haberse convertido en un foco de contagio de Covid-19.
Este decreto llega después de que una veintena de plantas hayan tenido que cerrar poniendo así en riesgo el suministro de carne a los supermercados.
Una de las mayores firmas del sector, Tyson Foods, alertó de que “millones de libras de carne” iban a desaparecer de la cadena alimenticia debido a los cierres de plantas procesadoras, muchos forzados por las autoridades locales.
Entre las procesadoras cerradas se encuentran dos de las mayores plantas de cerdo del país: una de Tyson Foods en Iowa, con al menos 180 contagios, y otra de Smithfield en Dakota del Sur, con más de 500 casos confirmados.
“Tales cierres amenazan el funcionamiento continuo de la cadena nacional de suministro de carne roja y de aves, socavando la infraestructura crítica durante la emergencia nacional”, apunta la orden ejecutiva.
Trump recurrió a la Ley de Producción de Defensa de EEUU, que permite al Gobierno intervenir en la cadena de producción, declarando estas empresas como infraestructura crítica y dotándolas de recursos y equipos de protección para que continúen trabajando. El decreto protege legalmente a las empresas de futuras demandas laborales.
Por su parte, su vicepresidente, Mike Pence, incumplió el martes las normas de la prestigiosa Clínica Mayo al negarse a usar una mascarilla durante una visita a uno de sus centros hospitalarios en Minnesota. Pence era la única persona sin mascarilla de al menos una docena de personas entre trabajadores del hospital y pacientes.
El vicepresidente Pence se niega a usar mascarilla en su visita a la Clínica Mayo