El SAS retira el tercer lote de mascarillas en sólo una semana
● La Junta no puede cuantificar la cantidad de material, ya que llegó como una donación directa a los profesionales ● Satse exige mayor control del equipo de protección que usan los sanitarios
La Consejería de Salud y Familias tendrá que retirar un nuevo lote de mascarillas, el tercero esta semana, tras comprobarse que no sirven para proteger del contagio de coronavirus. Se trata del modelo Inuan KN95, procedente de una donación, según explicaron ayer desde la Administración regional. El sindicato Satse alertó de este nuevo incidente con los equipos de protección, al tiempo que solicitó al SAS que extreme el control sobre las mascarillas que se distribuyen entre los sanitarios andaluces.
El Centro Nacional de Medios de Protección, tras probar dichas mascarillas a petición de la Junta, desechó su uso dentro de la categoría FFP2. Estas mascarillas, según la información remitida por el SAS a las organizaciones sindicales “no han sido proporcionadas por la Subdirección de Compras ni por las centrales de compras provinciales, siendo una donación particular directamente a los trabajadores”. Por esta razón, Salud no sabe todavía la cantidad exacta de mascarillas de este modelo que hay en el sistema ni en qué provincias se llegaron a distribuir. Desde Satse explican que, al menos, llegaron a Huelva, pero no llegaron a ser distribuidas entre el personal.
Tras retirarlas y en caso de que hubiera trabajadores que sí las hubieran usado, el SAS debe identificarlos y ponerlos en aislamiento preventivo y, si procede, hacerles un test rápido y un PCR. En la mesa sectorial de ayer, tras las quejas de los sindicatos, la Administración regional se comprometió a analizar muestras de todos los materiales antes de repartirlos. Satse recuerda que es la Junta la encargada de surtir a los trabajadores sanitarios y recomienda que no se acepte material donado si no ha sido previamente examinado.
El sindicato CSIF también de alertó en un comunicado posterior que estas mascarillas habían sido utilizadas por los profesionales de los hospitales Regional y Clínico de Málaga y, posiblemente, en el Virgen de las Nieves de Granada. Ayer mismo el médico Jesús Candel, conocido como Spiriman, reconoció que la asociación que dirige, Justicia por la Sanidad, había donado mascarillas FFP2 a los hospitales andaluces y que estaban siendo analizadas por parte del SAS. En la Consejería de Salud no pudieron confirmar que el paquete retirado se trate de la donación del médico granadino. En publicaciones previas en su cuenta de Twitter el propio facultativo publicó imágenes de mascarillas del mismo modelo que la Administración andaluza ha sacado ahora de la circulación.
Se trata del tercer tipo de mascarillas retiradas por el SAS en esta semana, tras detectarse problemas con los modelos Elite Respitator Eb09.049 y KN95 Mask Purvigor, que se suman a las Garry Galaxy que tuvieran también que retirarse hace ya dos semanas. En el último caso, fue el Gobierno central quien distribuyó el material, mientras que los dos primeros habían sido adquiridos por el Ejecutivo andaluz. El presidente de la Junta, Juanma Moreno confirmó que se trataba de una partida adquirida por el SAS tras una evaluación positiva. “Luego se realizaron unas prueba de contraste y ha salido que no reunían las características”, explicó. Ante esta situación, indicó que se había procedido a localizar dónde se habían repartido para eliminarlas y hacer test de coronavirus a los profesionales que las usaron y bloquear las que aún no habían salido del centro logístico para su reparto.
La asociación de Jesús Candel, ‘Spiriman’, había donado mascarillas del modelo ahora retirado