Desarticulada en Málaga una red china dedicada al narcotráfico internacional
● Ingresan en prisión 13 de los arrestados que pertenecen a un grupo que construía túneles para acceder al suministro de luz
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil desarticularon ayer una organización formada íntegramente por ciudadanos chinos a los que se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, falsificación de documentos, robo con violencia e intimidación, robo con fuerza y estancia ilegal.
En total se detuvo a 19 personas. Después de prestar declaración ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga, 13 de ellos ingresaron en prisión.
Dicha operación se inició con motivo de una actuación de agentes de la Policía Nacional de Antequera (Málaga), quienes interceptaron varios paquetes postales con destino a Italia que contenían marihuana.
Al mismo tiempo, agentes de la Guardia Civil investigaban a los responsables por su implicación en una plantación interior de marihuana en una vivienda de la localidad malagueña de Mijas, motivo por el cual se decidió aunar los esfuerzos de la investigación y realizarla de manera conjunta entre ambos cuerpos policiales.
Tras varias semanas de investigación conjunta se pudo determinar que el grupo criminal disponía de varias viviendas y naves industriales que utilizaban como plantaciones, disponiendo todas ellas de personas encargadas de su vigilancia y mantenimiento –cuidadores– durante las 24 horas del día, viviendo en condiciones de mala salubridad, durmiendo incluso en el suelo, todo ello bajo el férreo control de los cabecillas del grupo criminal.
El trabajo de los perros detectores de droga fue fundamental para hallar parte del estupefaciente que se encontraba enterrado entre tierra y lodo a 1,5 metros de profundidad, precisaron desde la Policía Nacional en un comunicado que recogió Europa Press.
El grupo criminal construía túneles desde el interior de los inmuebles hasta acceder al cableado eléctrico existente entre las arquetas del alumbrado público, para conseguir la fuerza eléctrica necesaria para los cultivos de marihuana, ocultando de esta forma las posibles inspecciones de las empresas de electricidad.
Este método es calificado por los investigadores como muy novedoso, ya que dificulta enormemente su detección.
Los investigados tomaban medidas de seguridad durante sus desplazamientos, utilizando normalmente vehículos de alquiler, que adquirían en distintas empresas y que estacionaban en diferentes lugares al objeto de no facilitar a los investigadores las localizaciones de las plantaciones o sus propios domicilios.
Empleaban también la supuesta identidad de los cuidadores de las plantaciones para formalizar los contratos de arrendamiento donde instalaban las plantaciones, eludiendo así cualquier responsabilidad sobre su persona.
La banda cultivaba la marihuana en varias viviendas y naves industriales