Un corazón vencedor con ideas nuevas
El ex guardameta, tras colgar los guantes, da el salto a los despachos con su candidatura a la RFEF Un infarto en Oporto precipitó su retirada
“Lo importante es estar aquí”, dijo Íker Casillas horas después de sufrir un infarto. Dos semanas más tarde negó que se fuera a retirar y en agosto fue inscrito para jugar en la Primeira Liga. Un año después de aquel accidente vascular, Casillas ya no ve el fútbol a ras de césped, sino que quiere seguir desde los despachos.
“Un corazón vencedor”, como rezaban las pancartas en el Estadio do Dragão tras el infarto, que ahora busca “ideas nuevas” para el fútbol español, ya que “volver a jugar va a ser difícil”, le reconocía a Miguel González, Míchel, la pasada semana en una conversación pública en las redes sociales.
El año más duro a nivel profesional y familiar de Casillas: tuvo que asumir su dolencia cardíaca, el cáncer que le detectaron a su esposa, Sara Carbonero, comprobar que el fisco portugués registraba su casa en busca de pruebas en la operación Fuera de Juego y sufrir las primeras embestidas desde que anunciara su candidatura a presidir la Real Federación Española de Fútbol.
Mientras tanto, ha aprovechado la pandemia y el confinamiento para darse un baño de notoriedad en las redes, realizando entrevistas a compañeros de los clubes por los que ha pasado, como el Real Madrid o el Oporto.
El 20 de marzo de 2019, Casillas, en compañía del presidente del Oporto, Jorge Nuno Pinto da Costa, presentaban a bombo y platillo y con emisiones en directo de las televisiones lusas su renovación por una temporada más, prorrogable de año en año, mientras en el horizonte el guardameta madrileño se veía entre los palos a los 40.
Casillas llegó a Oporto en 2015 tras una amarga despedida con el Madrid y con la vitola del portero con más experiencia en Europa y un Mundial en su haber. Aunque debido a algunas intervenciones poco afortunadas en el arranque liguero llegó a ser cuestionado en más de una ocasión, Íker demostró que no llegó allí para vivir un retiro dorado y volvió a ser el San Íker que esperaban los dragones, especialmente en Europa, de ahí la confianza del club.
A las cinco semanas del ansiado anuncio de la renovación, Casillas sufría un serio revés, un infarto de miocardio durante un entrenamiento, y logró salvar la vida gracias a las asistencias médicas y a la rápida intervención del doctor Nelson Puga.
A pesar de que los especialistas insistían en que no volvería a jugar porque pondría en riesgo su vida, Casillas se resistió e incluso salió al paso en sus perfiles de redes sociales para desmentir su retirada a las dos semanas del infarto.
OTRO NUEVO SUSTO, ESTA VEZ DE SU MUJER
Durante los días en que estuvo ingresado, Sara Carbonero dio la cara ante los medios de comunicación y fue explicando su evolución, hasta que hubo una comparecencia conjunta de ambos a los cinco días del infarto, con el futbolista especialmente emocionado y desbordado por la situación.
Sin embargo, el 21 de mayo, al día siguiente del cumpleaños del portero, Sara Carbonero anunciaba en su Instagram que había sido operada de un tumor maligno, “cuando aún no nos habíamos recuperado del susto”. Gracias a su popularidad, Carbonero y Casillas recibían miles de mensajes de ánimo, mientras optaron por una vida más monacal a orillas del Duero en Oporto.
Definitivamente, Casillas no pudo comenzar la siguiente temporada con el club y pasó a formar parte del staf f técnico, aunque siempre con la esperanza de volver; el Oporto decidió inscribirlo en Liga.
DE LEYENDA EN EL CAMPO A RIVAL EN LA OFICINA
Al final, la salud lo obligó a colgar los guantes pero no a abandonar el fútbol. El 17 de febrero, tras comunicar al Oporto que dejaba el fútbol, Casillas presentó su candidatura para presidir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que había elogiado al guardameta en un Congreso de la FIFA en París en junio de 2019 – “Íker es una leyenda mundial”, dijo–, señaló días después de que presentase su candidatura que “el fútbol tendrá que contrastar” entre su propia gestión y “lo que quieren aportar los demás”.
En abril, en una de las muchas conversaciones que Iker protagonizó en sus perfiles sociales con ex compañeros, aseguraba que quiere aportar al fútbol español “ideas nuevas”, mientras admitía que serán unas “elecciones complejas”, aún sin fecha definitiva en el calendario, debido a la pandemia de Covid-19
UNA VITRINA DIGNA DE RÉCORD
Con un Mundial, dos Eurocopas, tres Champions, cinco Ligas con el Real Madrid y una con el Oporto, Casillas tuvo que dejar el fútbol, tras haber protagonizado una de las trayectorias internacionales más relevantes en la historia del balompié. Ha sido incluido hasta en cinco ocasiones en el Once Mundial FIFA y fue elegido otras cinco veces mejor portero del mundo.
Su trayectoria deportiva también ha sido reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid y la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo.
Casillas es el segundo jugador, después de Sergio Ramos, con más internacionalidades con la selección española (167), a la que capitaneó en la Copa Mundial de Sudáfrica en 2010, en la que La Roja consiguió el título, y en las dos Eurocopas que logró de forma consecutiva, en 2008 y 2012.