La contaminación se reduce un 58% en España por el estado de alarma
● Andalucía, con un descenso del 61%, presenta los menores niveles de dióxido de nitrógeno y ozono desde hace una década
Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en la atmósfera descendieron un 58% de media en toda España entre el 14 de marzo y el 30 de abril. Esta “reducción drástica” se debe al impacto de las medidas de confinamiento y limitación de la movilidad derivadas del estado de alarma. Así se desprende de un estudio llevado a cabo por Ecologistas en Acción en 26 ciudades. El dióxido de nitrógeno es el contaminente que emiten los tubos de escape de los coches y las calderas industriales y causa, según el Instituto de Salud Carlos III, 7.000 muertes prematuras al año en España.
En Andalucía, las mediciones se han realizado en Sevilla (una caída del 58% durante todo el estado de alarma), Málaga (56%), Córdoba (68%), Granada (57%) y la Bahía de Cádiz (67%). El promedio andaluz (61%) del descenso del nivel de partículas tóxicas en el aire es mayor, por tanto, que el del conjunto de España.
El informe constata que las ciudades de la cornisa cantábrica son las que disfrutan de un aire de mejor calidad. Por su parte, los municipios del litoral mediterráneo son los que mayores caídas de NO2 registran, seguramente por la “cancelación de la temporada turística”. En cuanto a las dos mayores urbes de España, Barcelona y Madrid, el informe ratifica que tienen un “problema crónico de incumplimiento del estándar legal” de NO2. Y aun así, tal ha sido el impacto del confinamiento, no rebasan hoy el valor límite anual, los niveles más saludables desde 2010.
Este estudio refleja además una “rebaja muy significativa” de los niveles de partículas PM10 y PM2,5 y niveles de ozono “inusualmente bajos para el inicio de la primavera, tanto en las zonas urbanas como en las rurales”. Según estas cifras, España presenta hoy los niveles de contaminación más bajos para los meses de marzo y abril de la última década.
Ante esta “mejora sin precedentes”, Ecologistas en Acción pide que, más allá de la desescalada, se mantengan prácticas como “la compra de proximidad, el teletrabajo voluntario y la administración electrónica, así como rebajar el límite de velocidad en vías urbanas a 30 km/h, potenciar la movilidad peatonal y ciclista y garantizar el transporte público con una ley de financiación”.