Querer y no poder en su retorno
● Chuli fue la guinda a la plantilla pero no ha respondido a las expectativas ● Su falta de gol (3 esta campaña) le provocó ansiedad ● Es el 11º de la plantilla del Recreativo con más minutos
Manuel Jesús Vázquez Florido Chuli (Huelva, 25 de enero de 1991) probablemente ha sido el jugador de la plantilla del Recreativo que ha vivido esta temporada con más amargura.
El delantero onubense regresaba “al club de mi vida” y lo hacía en un proyecto ambicioso en el que su incorporación suponía la guinda. A sus 28 años (ahora tiene 29) llegaba en un momento ideal y fue el fichaje de la afición, ya que gracias a la sensacional respuesta en la campaña de abonados, el club pudo culminar de forma feliz una intensa negociación, ya que el Decano hizo un esfuerzo en lo económico y el delantero rechazó ofertas más elevadas.
Estaba llamado a ser uno de los líderes del equipo (hasta la fecha es el undécimo jugador de la plantilla con más minutos en la Liga) y la principal referencia ofensiva, pero el sueño se tornó en pesadilla, ya que apenas ha encontrado el gol y eso le ha provocado ansiedad en muchos momentos; sus deseos de ser el jugador que todos esperaban le añadía una presión extra que mermaba su rendimiento.
Jugó en el Recreativo en la temporada 2011-12 (sólo dos partidos y 111 minutos) y en la 2012-13 (38 partidos, 2.757 minutos y 15 goles), ambas en Segunda División A. Luego militó en el Betis, Leganés, Almería, Getafe, Lugo y el año pasado en el Extremadura en Segunda División A, donde jugó 22 partidos, 1350 minutos y anotó un gol.
Este año sus números han sido muy similares: 22 partidos (14 como titular), 1.367 minutos, 5 amarillas y tres goles (en Mérida donde dio la victoria por 0-1; en la visita al Sanluqueño con empate a un gol; y en el empate en casa a tres con el Mérida). A estos números hay que sumar los dos partidos que jugó en la Copa del Rey: 58 minutos en Alicante ante el Hércules, y 43 ante Osasuna. En total, 1.468 minutos con albiazul. Discretos números para un jugador que puede dar mucho más de sí teniendo en cuenta su calidad y experiencia (casi toda su trayectoria en Segunda y Primera División).
Chuli fue una de las últimas incorporaciones de la plantilla; no pudo hacer la pretemporada con el grupo y la lesión de Rubén Cruz en la jornada inaugural propició su debut en la jornada 2 como suplente. Su primera titularidad llegó en la j. 5 en Mérida con gol incluido; volvió a marcar dos jornadas después en Sanlúcar de Barrameda en lo que apuntaba a un idilio con el gol y a que sería un jugador determinante.
Mantuvo un puesto en el once inicial hasta la jornada 15, salvo en los encuentros ante Villarrubia y Yeclano. A partir de ahí pierde peso en el equipo y sólo juega de inicio ante Talavera, Villarrobledo y Mérida; las lesiones, la pérdida de confianza del técnico y su falta de gol hacen que el verdadero Chuli apenas aparezca. Tras la llegada de Claudio Barragán se mantuvo su intermitencia: no jugó ni en el primer partido del técnico valenciano (Don Benito) ni el último (Marbella); y fue titular ante el Sanluqueño (69 minutos) y Balona (90’).
Tiene contrato en vigor para la próxima temporada con opción a otras dos más; en el próximo proyecto tendrá la ocasión de desquitarse de este mal año y reencontrarse con el gol.
Su fichaje supuso una apuesta fuerte del club y tiene contrato en vigor para la próxima campaña