El servicio provincial antimosquitos refuerza su labor de fumigación
● La subida brusca del calor y las lluvias recientes provocan la eclosión de quironómidos, similares a los mosquitos pero sin picaduras ● El servicio de control intensifica los trabajos
Con la salida paulatina de los ciudadanos de sus casas y la llegada de la normalidad relativa con la desesecalada del estado de alarme llega el reencuentro con un molesto insecto bien conocido en Huelva: el mosquito. En una provincia con amplias zonas de humedales y más de un tercio de su superficie protegida por algún tipo de figura medioambiental, la suma de lluvia y calor se traducen en incremento de insectos.
En este sentido, desde el pasado mes de marzo hay más de medio centenar de efectivos del Plan Especial contra Mosquitos activo, incluso durante el confinamiento, al ser considerado un trabajo esencial. Durante las últimas semanas se ha fumigado tanto el entorno de la capital como otros doce municipios en los que la llegada de las altas temperaturas suelen provocar un repunte de mosquitos.
Sin embargo, en los últimos días, como notaron los que salieron durante el pasado fin de semana a dar sus primeros paseos, la presencia del insecto fue importante. El Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación Provincial señala que el incremento responde a una subida en las precipitaciones en los meses de marzo y abril del 60% acompañada de las alturas temperaturas del inicio de mayo. Todo ello se traduce en un incremento, sobre todo, de los mosquitos en imbornales en zonas urbanas. Como respuesta, la Diputación ha puesto en marcha un plan especial que durará hasta el 15 de mayo, reconfigurando los tratamientos previstos inicialmente.
Además de los mosquitos habituales en la provincia, en los últimos días se produjo la eclosión de abundantes quironómidos, insectos muy similares a los mosquitos que no pican, según explican los técnicos de la Diputación.
El Plan de Actuación 2020 contempla la intervención con tratamientos correctores mediante el uso de biocidas en aproximadamente 5.000 hectáreas de marisma mareal susceptible de albergar poblaciones larvarias de mosquitos, con especial incidencia en el estuario del Tinto –aproximadamente el 53% de superficie–, y en el del Odiel – un 43% de superficie–, así como en las marismas mareales del Guadiana, Carreras y Piedras.
Para abordar este Plan de 2020, el dispositivo, con más de tres décadas de experiencia, cuenta con una plantilla sólida formada por 41 oficiales aplicadores, cinco capataces, un técnico de laboratorio, un biólogo jefe de programación y desarrollo, un biólogo jefe de investigación, un director del servicio y un auxiliar administrativo, además de 11 operarios contratados para in
El aumento de los últimos días provoca la reconfiguración de las actuaciones previstas
El plan contempla cubrir una superficie de alrededor de 5.000 hectáreas de marisma
tensificar las labores de verano. A todo ello hay que sumar los medios técnicos disponibles, como vehículos aéreos, terrestres y embarcaciones equipadas con motor fueraborda, entre otros. Este Plan Operativo de Control de Mosquitos cuenta con “un equipo que la población no podrá ver, dadas las especiales circunstancias que vivimos en este periodo de confinamiento por la pandemia del coronavirus”, señala el director del Servicio de Control de Plagas de la Diputación, Francisco Cáceres. “Éste es un trabajo esencial de la Diputación puesto que el principal objetivo es actuar para reducir la densidad de población de este insecto presente y futuro, “ya que las larvas de hoy serán los insectos adultos de mañana”.