Los sanitarios andaluces son los que suman más casos positivos de España
El principal lunar de la gestión de la pandemia en Andalucía ha sido el contagio de profesionales sanitarios, algo que el consejero de Salud, Jesús Aguirre, asume contrito y que ha estado causado fundamentalmente por la insuficiencia de equipo de protección individual (EPI) y por el empleo de material defectuoso.
Sobre los efectos del coronavirus en la población sanitaria, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) publicó ayer un informe con el análisis de las cifras enviadas por las comunidades autónomas registradas a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y que arroja que la proporción de los sanitarios andaluces contagiados por Covid-19 es la mayor de las comunidades autónomas de España.
El 28% de los casos positivos notificados por la Consejería de Salud al ISCIII corresponden a personal de salud, un porcentaje sólo superado por la ciudad autónoma de Melilla (30%) y que es superior al de comunidades donde se han producido situaciones cercanas al colapso, como la de Madrid (18%). (En este recuento está excluido Cataluña por su escasa aportación de datos.)
El número total de personal sanitario contagiado durante este periodo, hasta el martes, es de 3.280, según consta en el informe semanal publicado por la Consejería de Salud y Familias. Entre ellos, afirmó ayer Aguirre durante una comparecencia en el Parlamento, 2.158 ya están curados e incorporados a sus respectivos puestos de trabajo con una presumible carga de inmunidad y defensa ante un rebrote temprano. Y, si el personal que trabaja en los centros públicos y privados de Andalucía es de unos 125.000, el cociente global de contagiados es del 2,5%, destacó Aguirre.
“No estábamos preparados”, reconoció en el Parlamento el consejero, quien atribuyó la bomba de contagios a la confianza depositada en los informes epidemiológicos de China. Y, aunque Andalucía pudo ir “una semana por delante”, como consecuencia al rodaje proporcionado por la listeriosis, Aguirre admitió errores en la provisión de EPI –señalando también los errores del Gobierno central– y la incapacidad de controlar el material aportado por donantes que emplearon circuitos no convencionales para su distribución. El consejero anunció la apertura de dos informaciones reservadas sobre las mascarillas caducadas usadas en la provincia de Málaga.
Un informe del Instituto Carlos III señala que el 28% del total de contagios afectan al personal