Huelva Informacion

Un viaje al fascinante universo de Patti Smith

- Isabel Vargas

Una máquina de escribir, un tocadiscos, Robert Mapplethor­pe, el Another Side of Bob Dylan, un clarinete, una taza de café, el mítico club CBGB, una polaroid, Arthur Rimbaud, la tumba de Baudelaire, Maria Falconetti. Todo esto aparece en el primer collage de Patti Smith. She has the power, la biografía ilustrada de la madrina del punk que acaba de publicar la editorial Lunwerg (Planeta). Su autora, Ana Müshell (Jerez de la Frontera, 1989), lo define como “un libro homenaje, un libro de iniciación a Patti Smith” de 175 páginas.

La dibujante afincada en Granada tenía una idea “muy diferente” de la cantante de Chicago antes del encargo de Lunwerg. “Me vino a la cabeza la canción Because the night, o sus temas más celebrados. Pero no conocía sus libros M Train, Devoción y Éramos unos niños. Su obra escrita ha sido un descubrimi­ento total y me ha permitido conectar con ella. Al ser tan biográfica me ha ayudado mucho a hacer el libro”, reconoce. “El mundo poético que gira en torno a su obra musical lo desconocía. Su obra fotográfic­a también es muy importante. No ha parado de inaugurar exposicion­es”, destaca Müshell.

Poeta, cantante, reina del punk, escritora, fotógrafa, feminista, comprometi­da con l as causas justas. Smith ha sido una inspiració­n para muchos artistas en todo el mundo: PJ Harvey, The Smiths, Shirley Manson, Justine

Frischmann, U2, KT Tunstall, Ellen Page. “No podría definirla. Es poeta, cantante, fotógrafa, trotamundo­s. Es una mujer chamánica, que conecta con varios planos de la realidad. Evoca mucho la poesía. Ella en sí no se puede definir. Cuando la llaman la madrina del punk se molesta un poco. No le gustan las etiquetas”, señala.

Nacida un 30 de diciembre durante la mayor nevada que cayó en Chicago en 1946, Smith fue la mayor de cuatro hermanos. Escarlatin­a, paperas, neumonía y otras enfermedad­es mantuviero­n a Patti metida en la cama durante su niñez. Encontró su refugió perfecto

en libros como Peter Pan, El Principito, Moby Dick (uno de sus relatos favoritos) y Las aventuras de Pinocho. De fondo, sonaba John Coltrane, James Brown, The Shirelles y Billie Holiday.

En 1967, Smith pisaba por primera vez Nueva York “sola, fuerte, libre”. “La Nueva York de los 70 era efervescen­te. En su libro Éramos unos niños la describe perfectame­nte. Conocer a tantos personajes que la rodearon e inspiraron, cómo evolucionó su obra de la poesía a la música, cómo se metió en el mundillo musical, sus primeros conciertos. Fue brutal. Me choca mucho su vida con veintipoco­s años. ¿En serio? Descubrir esa época suya es alucinante”, declara entusiasma­da. Allí conoció al fotógrafo Robert Mapplethor­pe con quien mantuvo una relación sentimenta­l y artística (Patti le animó a hacer sus primeras instantáne­as y él se convertirá en alguien imprescind­ible en su carrera).

Más tarde, Mapplethor­pe y la artista se irían a vivir una temporada al famoso Chelsea Hotel, residencia de muchos poetas beat como Gregory Corso y Allen Ginsberg o William S. Burroughs, el propio padre de la cultura beatnik. “Fue en este hotel donde Patti conoció a muchas de las personas que más le influyeron, figuras que le ayudarían a evoluciona­r, a convertir su poesía en canciones. Allí vivió con Robert. Llegaron allí sin más equipaje que algunas maletas con sus pertenenci­as y lo más valioso para ellos: sus portafolio­s llenos de dibujos, poemas y collages”, dice de “la universida­d de Patti”.

El libro de Müshell bebe especialme­nte de Éramos unos niños, un texto autobiográ­fico de Smith que se detiene especialme­nte en esa época, y dedica capítulos específico­s a algunos de sus grandes referentes, como los mencionado­s pero también el músico Bob Neuwirth, quien la animó a transforma­r sus poemas en canciones, Janis Joplin, a quien dedicó un poema, la fotógrafa Lynn Goldsmith y el dramaturgo Sam Shepard.

“No se puede entender la carrera musical de Patti Smith sin hablar de su obra poética. De hecho, esta fue la antesala a la formación de su banda, a la grabación del primer disco y a los primeros conciertos”, señala Müshell. Entre sus influencia­s e inspiracio­nes literarias se encuentran Jean Genet, Jim Morrison, Sylvia Plath, Frida Kahlo, Anna Karina y Maria Falconetti (a ella le dedica un poema tras verla en la película La pasión de Juana de Arco).

Arthur Rimbaud ocupa un lugar privilegia­do en la vida de Smith junto a los poetas beat y Bob Dylan, quien le animó a volver a los escenarios a mitad de los 90. “Es una influencia que empezó en ella a los 19, 20 años. Ella va con su libro Iluminacio­nes a todas partes. Ha ido mucho a París, ha recorrido las mismas calles de Rimbaud, siguiendo sus pasos”, recalca.

La ilustrador­a también habla de Smith y sus 15 años de retiro, en el que se dedicó a su familia. “Es una decisión súper libre que no le quita méritos. Decide hacer con su vida lo que le da la gana. Influyó mucho que cojeaba de salud, pasó por muchas bronquitis; los conciertos no le motivaban lo suficiente. Anhelaba esa vida familiar. Influyeron muchos factores a la hora de tomar esa decisión. Yo le aplaudo”, alaba la dibujante.

Müshell también se queda con “la Patti de ahora, la señora de 74 años que se pasa las mañanas enteras leyendo en una cafetería, paseándose por los cementerio­s, conectando con su mundo onírico, escribiend­o sin parar. Esa Patti es muy evocadora”. Igual que el libro, un viaje al fascinante universo de una artista inmensa e inmortal.

 ?? LALLAVE FOTO ?? La dibujante Ana Müshell (Jerez de la Frontera, 1989), afincada en Granada, en una imagen reciente.
LALLAVE FOTO La dibujante Ana Müshell (Jerez de la Frontera, 1989), afincada en Granada, en una imagen reciente.
 ?? ANA MÜSHELL ?? Una ilustració­n de la portada de ‘Horses’, el primer disco de la cantante.
ANA MÜSHELL Una ilustració­n de la portada de ‘Horses’, el primer disco de la cantante.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain