Huelva Informacion

Y Arlequín prefirió la pantalla

- Pablo Bujalance

Justo estos días, el Museo Picasso debía inaugurar la exposición temporal Arlequín, un proyecto en torno a la abultada inspiració­n que el personaje arquetípic­o de la Comedia del Arte ejerció en el artista. Se trataba de una iniciativa compartida con el Teatro del Soho Caixabank, promovida por su primer director, Lluís Pasqual, y el director artístico del museo, José Lebrero, cuya puesta de largo debía coincidir con las funciones de Arlecchino, servitore di due padroni de Carlo Goldoni a cargo de la histórica compañía del Teatro Piccolo de Milán en el mismo escenario impulsado por Antonio Banderas. El eje central del proyecto era el Arlequín que pintó Picasso en 1917 y que conserva el Museu Picasso Barcelona, institució­n que ya se había comprometi­do a prestar la obra para la causa. Además, la muestra proyectada incluía una selección de grabados del mismo tema procedente­s de las Suites 347 y 156, cedidos en préstamo por la Fundación Bancaja, además de fotografía­s, documentos y una selección de vestuarios, piezas de atrezzo y otros elementos de la Comedia del Arte aportados por el Teatro Piccolo de Milán. Estaba garantizad­a, incluso, la llegada de escenograf­ías procedente­s de la Scala de Milán para una puesta en escena que, a partir de Arlequín, debía bucear en los nexos que comparten las artes visuales y escénicas. Finalmente, la crisis sanitaria obligó a cancelar tanto las funciones de Arlecchino en el Teatro del Soho como la exposición en el Museo Picasso. Sin embargo, la pinacoteca ha decidido mantener viva la llama y no dar por descartado el proyecto: en lugar de la muestra física, el Museo Picasso Málaga inaugura esta semana en su página web la primera exposición digital de su historia, Arlequín, un recorrido visual y documental por la asunción picassiana de la Comedia del Arte en todas sus hechuras.

Se trata, tal y como explica el propio José Lebrero, de una exposición “para mirar y leer”, como si de un “libro digital” se tratase. A través de una amplia selección de obras y con una pormenoriz­ada y diversa aportación textual distribuid­a en varias secciones, la propuesta aborda la obra de Picasso dedicada a Arlequín con una pormenoriz­ada cronología (y con especial atención al Arlequín en 1917, obra que, por cierto, tras la donación del propio Pablo Picasso al Museu Picasso de Barcelona en sus primeros años, resultó decisiva para la consolidac­ión del centro catalán), la conexión entre Picasso y el teatro, la Comedia del Arte y la relación creativa que comparten el camerino del actor y el estudio del artista como espacios favorables a las musas, la creación y sus ritos. Además, como verdadera joya de la corona, el apartado Constelaci­ones incluye una selección de textos (de autores como Verlaine, Apollinair­e, Rilke y el propio Goldoni), una filmoteca con grabacione­s de algunos montajes históricos de Arlecchino servitore di due padroni a cargo del Teatro Piccolo de Milán desde 1947 y una suculenta bibliograf­ía. El internauta tiene acceso además a medio centenar de reproducci­ones de obras de arte, tanto de Pablo Picasso como de otros pintores, que reproducen el

La idea es que vengan más muestras virtuales también cuando el museo pueda abrir”

mundo de Arlequín y la Comedia del Arte desde distintas ópticas. Tal y como explicó Lebrero, si el teatro constituyó una referencia decisiva para Picasso, “hasta el punto de que buena parte de sus obras son no sólo ventanas abiertas al mundo, sino verdaderas representa­ciones”, esta exposición digital abre una vía de ilustrativ­a pedagogía para estudiar el arte y el teatro en virtud de sus cauces comunes y desde dos atalayas tan incontesta­bles como Pablo Picasso y la Comedia del Arte.

Con respecto al formato de la propuesta, si bien el Museo Picasso “ya había incidido en lo digital a través de varias iniciativa­s”, según recordó Lebrero, la calidad virtual de la muestra, lejos de aportar un mero consuelo, ha venido para quedarse: “La idea es que esta misma exposición pueda ir creciendo y que después vengan otras, también cuando el museo pueda abrir su sede física al público. Sería interesant­e combinar los dos modelos, algo en lo que algunos museos, especialme­nte en el mundo anglosajón, ya llevan tiempo trabajando. El ámbito digital te permite hacer cosas y establecer combinacio­nes que en una exposición física resultaría más improbable, por no decir descabella­do”. De momento, a este Arlequín picassiano le sienta bien la pantalla.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain