ODIA
HE tardado en comprenderlo, pero por fin lo he hecho. Me decíais: “¡El camino es el odio!”. Pero yo, incapaz de abandonar las enseñanzas cristianas de mis mayores, estaba ciego y no comprendía que teníais razón. Y mira que me lo poníais fácil, dándome a elegir:
Odia a Pedro Sánchez. Odia a Pablo Casado. Odia a la familia que sale a pasear. Odia al DJ del séptimo que pone el Resistiré a toda leche. Odia a Pablo Iglesias, a Irene Montero y a su casoplón. Odia a todos los políticos sin distinción porque todos son iguales. Odia a los inmigrantes. Odia a los que odian a los inmigrantes. Odia a los que se inventan bulos. Odia a los que prohíben que se difundan bulos. Odia al vecino que sale a aplaudir. Odia a los de las cacerolas. Odia a las feministas, que no desconvocaron la manifestación del 8 de marzo y a Tebas, que no desconvocó la Liga. Odia a los musulmanes que celebran el Ramadán. Odia a los católicos que celebran misas y la Semana Santa por televisión e internet. Odia a los ateos que se ríen de los católicos y los musulmanes. Odia a los ateos que se ríen de los católicos pero no se atreven con los musulmanes. Odia a Fernando Simón. Odia a los que odian a Fernando Simón. Odia a los que hacen chistes. Odia a los que se ofenden con los chistes y los prohíben. Odia a los que se saltan la cuarentena. Odia a los que sabían la que se nos venía encima porque siempre se ponen en lo peor. Odia a los que de verdad sabían la que se nos venía encima y no hicieron nada. Odia a los médicos gritones que nos riñen por las redes sociales. Odia al personal sanitario que se graba bailando. Odia a las maestras y los maestros que no paran de mandar tareas a los niños y niñas. Odia a los padres y madres que no comprenden la labor de maestras y maestros. Odia a quien no lleva mascarilla ni guantes. Odia a quien sí los lleva.
El odio será lo que nos haga salir de esta situación. Gracias al odio encontraremos cura y vacuna a esta enfermedad. El odio dará de comer a quienes caigan en la miseria por la crisis que se nos avecina y trabajo a quien lo pierda. El odio repartirá dignidad a todo aquel que la haya perdido y devolverá la vida a los que han muerto. El odio nos hará mejor sociedad, nos hará, por fin, libres y felices. Es el camino. Sobre ese odio construiremos los cimientos de una sociedad más justa. No hay duda. El futuro nos lo demostrará... si queda alguien para comprobarlo.
El odio es el camino y sobre él construiremos una sociedad más justa. El futuro nos lo demostrará... si queda alguien