Cepsa gana 85 millones hasta marzo y lanza un plan para resistir al Covid-19
● El beneficio neto ajustado del primer trimestre cae un 31% frente a los 124 millones de euros de 2019 ● Provisiona 350 millones por el deterioro del valor del inventario de crudo y sus derivados
Cepsa obtuvo un beneficio neto ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, de 85 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa una caída del 31% frente a los 124 millones de euros del mismo periodo de 2019. El resultado se ve lastrado por un entorno de bajada del precio del crudo y bajos márgenes de refino y por el impacto del Covid19 sobre la demanda, según informó la compañía.
Aplicando las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), el resultado neto acumulado de la compañía en el primer trimestre arroja unas pérdidas de 556 millones de euros, comparadas con los beneficios de 151 millones de euros alcanzados en el primer trimestre de 2019.
La energética llega a esta cifra de pérdidas después de anotar una provisión, después de impuestos, por menor valoración de los inventarios de crudo y productos petrolíferos de 350 millones de euros y un deterioro neto de los activos de Exploración y Producción por importe de 188 millones de euros, principalmente por la caída del precio del crudo en el trimestre.
El resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda Clean CCS) de Cepsa a cierre del primer trimestre se situó en 453 millones de euros, un 3% inferior al mismo período de 2019. Esta caída se debió, principalmente, al derrumbe en los precios del crudo y a la disminución de la demanda de combustibles causada por un menor comercio a nivel internacional.
Entre enero y marzo, el precio del crudo Brent descendió un 20% en relación con el mismo periodo de 2019 (de 63,2 dólares/barril hasta 50,3 dólares/barril) debido a ese efecto combinado de la fuerte contracción de la demanda y al aumento de la oferta de suministro desencadenado por la falta de acuerdo entre los países miembros de la OPEP y Rusia para ajustar la producción hasta los nuevos niveles de demanda.
El consejero delegado de Cepsa, Philippe Boisseau, destacó que estos resultados hasta marzo “muestran, sin duda, la realidad del mercado de cara a los próximos meses”.
“Estamos experimentando una doble crisis, la de suministro de petróleo, que ha hundido los precios, y una segunda del Covid-19, que ha causado una muy importante caída en la demanda al final del trimestre”, agregó.
Ante este escenario, el grupo petrolero controlado por Mubadala y el fondo Carlyle ha implementado diversas iniciativas de resiliencia con el fin de proteger su generación de flujo de efectivo de la compañía. “Hemos activado diferentes medidas para mantener la solidez de la compañía en este nuevo escenario. Nuestro modelo de negocio integrado, operando en toda la cadena de valor del petróleo, y el equipo de profesionales que tenemos nos ofrecen una gran capacidad de adaptación ante este entorno tan desafiante”, añadió Boisseau.
Esta batería de medidas aprobadas por Cepsa pasan por la reducción del gasto operativo fijo en todas las operaciones y unidades de negocio para lograr que en 2020 los ahorros supongan 100 millones de euros más que en 2019, así como un recorte aproximado del 20% en el programa de
El derrumbe de los precios del petróleo y la menor demanda de combustible, claves
inversión de capital de este año, que equivale a 210 millones de euros), teniendo en cuenta las cifras que estaban planificadas antes del comienzo de las crisis.
Además, el consejo de administración ha decidido retrasar la decisión de pago de dividendo “hasta que haya una mejor visibilidad de la evolución de la crisis y su impacto en los mercados”.
En lo que respecta a su red de estaciones de servicio, siguiendo los criterios del Gobierno en relación con los servicios esenciales, Cepsa ofrece flexibilidad en la reestructuración de los equipos de cada una de ellas, sin que esto afecte a los empleos.