El Ayuntamiento de El Granado paraliza las obras en el campo comunal
● Los trabajos de laboreo se habían interrumpido tras las protestas de grupos vecinales ● Alertaron del peligro para el pasto del ganado y los recursos cinegéticos del coto de caza
El Ayuntamiento de El Granado ha paralizado definitivamente los trabajos de laboreo y desmonte iniciado hace unas semanas en unos terrenos desafectados por la Corporación local considerados como campo comunal. Las máquinas comenzaron las labores de gradeo en los parajes conocidos como Era de las Chozas, Las Carboneras y Cerro Francisco, pero tras la presión de los vecinos ha interrumpido la actuación.
El Ayuntamiento ha emitido un comunicado en el que informa que tras “cierta controversia” generada en “algunos sectores por los trabajos de gradeo en el Polígono 18 Parcela 2 quedan “suspendidos definitivamente”, por lo que no se llevarán a cabo y la finca “seguirá con la condición de agrícola”.
Según el comunicado emitido por la alcaldesa, Mónica Serrano Limón, los trabajos comenzaron el 21 de abril y tras peticiones de varios colectivos “se paralizaron ese mismo día”. Después de reconsiderar la actuación, el Consistorio “se comprometió con los ganaderos a no labrar valles y pastos para que su actividad no se viera atacada” y al mismo tiempo “tras varias reuniones con la sociedad de cazadores se acordó retrasar los trabajos un mes para evitar el daño inminente y poder ganar tiempo para solucionarlo de la mejor manera posible”.
El comunicado señala que “la finca situada en el Polígono 18 Parcela 2 está desafectada y eso es un acto firme hasta el día de hoy, considerada agrícola según informe emitido por la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Huelva en 2016 y con la concesión de agua aprobada”. El escrito indica que el Ayuntamiento mantiene un litigio con la Asociación para la Defensa y Protección del Campo Comunal de El Granado por la inadmisión de un recurso de revisión, no por la desafectación como tal”.
El Consistorio argumentó en su día que las labores de gradeo eran necesarias para mantener el carácter de uso agrario que tienen los terrenos pero finalmente ha desistido de continuar con los mismos tras las quejas tanto de ganaderos y cazadores como de la asociación.
Los colectivos entienden, y así lo habían expuesto, que los trabajos ponen en peligro el pasto para el ganado y los recursos cinegéticos del coto de caza. Con anterioridad también se realizaron labores de gradeo para la eliminación de matorral en el paraje conocido como Los Sardineros o Solana de la Dehesa, donde se ha llevado la forestación de dicha parcela.
En el comunicado, el Ayuntamiento reconoce que ganaderos y cazadores hacen uso de la parcela, patrimonializada tras su desafectación junto a varias fincas de naturaleza agrícola consideradas comunales, de los polígonos 17, 18 y 19.
El uso de las tierras comunales ha sido uno de los argumentos esgrimidos por el Consistorio para llevar a cabo la desafectación de 877 hectáreas de un total de 3.347, un bien que fue donado al común de los vecinos del municipio andevaleño. Para la alteración jurídica de las parcelas, el Consistorio argumentó “el escaso uso comunal que dichos bienes han tenido históricamente, que además se ha ido reduciendo a lo largo de los últimos años”, un extremo que niega la asociación, ya que asegura que la inactividad o la falta de aprovechamiento de los terrenos comunales no se ha producido, porque en los mismos se desarrolla ganadería extensiva de ovino y caprino, además de sementeras, huertos familiares y actividades de caza.
La asociación presentó el pasado mes de febrero un recurso en el juzgado de lo contencioso administrativo contra la desafectación de terrenos iniciada por el Ayuntamiento, instando a la reversión a su estado anterior. A raíz de esta actuación el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) mantiene la adopción de medidas cautelares mientras se dirime el contencioso.
El colectivo insiste en que son los vecinos los auténticos titulares de los aprovechamientos de todas las tierras comunales, por derecho propio inherente a la condición de vecino y que no corresponde al Ayuntamiento determinar los usos.