El mando único y las autonomías ajustan los planes para avanzar en la desescalada
El Gobierno y las autonomías tratan de llegar a un acuerdo sobre los nuevos planes de desescalada, con el pase de Madrid a la fase 1 como principal escollo por segunda semana consecutiva, una vez que la baja inmunidad detectada en la primera oleada de la encuesta de seroprevalencia, de un 5% de media, haya reforzado la idea de que conviene correr los menos riesgos posibles.
La Generalitat propone que, junto a Lérida, Gerona y Cataluña Central, pasen también a la fase 1 las áreas del Garraf, Baix Montseny y el Alt Penedès.
También la Comunidad Valenciana plantea algunas restricciones puntuales en parte de las 14 áreas sanitarias que quiere sumar a las que dejaron la fase 0.
Andalucía y Castilla-La Macha solicitan que inicien la desescalada las provincias rezagadas de Málaga, Granada, Toledo, Ciudad Real y Albacete.
De forma más lenta y segregada, Castilla y León pretende que otros 225.657 habitantes de 42 zonas básicas de salud, el 9,3% de su población, pase a la fase 1 este lunes, incluida el área del Bierzo y Laciana (León), aunque vuelve a dejar fuera a sus nueve capitales de provincia.
Según los datos proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio de Sanidad, más de 18.000 ancianos han muerto con coronavirus o síntomas compatibles con la Covid en residencias, la mitad en Madrid y Cataluña, sin que computen en las estadísticas oficiales aquellos que no fueron diagnosticados mediante una prueba PCR.
Datos todavía no definitivos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) observan, también en esa línea, al menos 31.000 muertes más de las esperadas estadísticamente para esta época del año.